Raúl Aguilera (Cáceres, 22-7-1981) es un clásico del arbitraje del baloncesto extremeño, del que ahora es su máximo responsable. En su repaso a cómo está el mundo del silbato y las canastas muestra su preocupación por el comportamiento que se produce a veces en las gradas durante determinados partidos de categorías de formación.  

¿Cómo va su trabajo como responsable del área de árbitros?

Llevo desde mayo de 2021. Es algo que sabía que tenía que llegar en algún momento, tanto por interés de la federación como por parte mía, para hacer un trabajo distinto al de los años anteriores. Había sido muy bueno, pero se necesitaba darle un pequeño giro, enfocarlo un poco más todo hacia la formación del árbitro. Es lo que estamos intentando hacer.

¿Es un buen momento?

Hemos hecho un par de clínics, un curso ‘online’ en octubre, y la consecuencia es que hemos aumentado las licencias de 190 con las que empezamos la temporada a 330. Hemos crecido mucho más de lo que esperábamos. Es para estar contentos que tanta gente quiera probar el baloncesto desde otro punto de vista.Siempre decimos que somos el tercer equipo y estamos abiertos a que cualquiera se apunte a los cursos para que conozca nuestra labor desde dentro.

¿Cree que es un trabajo ingrato, pese a lo imprescindible que es?

No es ningún sufrimiento, por mucho que desde fuera se vea así. Lo primero que te preguntan es por qué te metes a esto, si es que te gusta que te insulten. Pero una vez que estás dentro, conoces a gente estupenda, a la que le gusta el baloncesto como a un entrenador, a un jugador o a un aficionado. Jugamos, pero con silbato.

¿Qué es lo más difícil de ser un árbitro de Judex?

Los aficionados. O más bien algunos padres en algunas canchas. Deberían ir a disfrutar de su hijo, de su hija. A veces es así, pero otras no, y últimamente estamos teniendo palabras desagradables y gestos desagradables hacia el equipo arbitral. 

¿Por qué está pasando?

Cuando mi padre venía a verme jugar, en los años 90, no recuerdo que nunca se dirigiese a un árbitro, a un entrenador o a un jugador del otro equipo. Ahora el baloncesto se está ‘futbolizando’ en el comportamiento de la grada.

Saludando a una oficial de mesa. CEDIDA

Esperanza Mendoza en Liga Endesa y FIBA, Andrea Alejo al máximo nivel FEB… Extremadura parece especializarse en lanzar árbitras de élite, ¿no?

No es casualidad. Extremadura tiene la gran ventaja de que es una comunidad pequeña donde hay menos competencia que en otras y es más fácil tener oportunidades si destacas. Solo hace falta ganas, formación y trabajo.

¿Cómo es el nivel del resto de los que están asomándose a las competiciones senior?

Muy bueno. Es curioso que nuestra cantera venga de los clubs de la región. Sergio Acevedo está al mismo nivel que Andrea y ambos eran jugadores en Badajoz y Miralvalle. Por debajo, con Jesús Fernández y Alberto García pasa lo mismo con Plasencia y Doncel. 

A nivel personal su carrera como árbitro se ha quedado en la Liga EBA ¿Le fastidia?

A todos nos hubiera gustado llegar más arriba y está esa espinita ahí, pero esta es mi temporada número 17 en EBA. Y cuanto más tiempo llevas, más disfrutas de la categoría en la que estás.