Todo lo que pueda pasar en el Extremadura UD es posible. Así está siendo durante los últimos seis meses. No den por imposible nada. Todo apunta a que el Extremadura, si no llega la inyección económica de 3,5 millones de euros en las próximas horas, no jugará el sábado en Galicia ante el Racing de Ferrol. Es lo más probable, pero ojo, no lo definitivo.

Desde el club siguen sopesando la posibilidad de recurrir la sentencia de liquidación que fue emitida en su momento por el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Badajoz, un recurso que frenaría la apertura de la liquidación de la sociedad deportiva y, por lo tanto, estiraría aún más los plazos de este complejo proceso. Pero, ¿podría emitir ese recurso incluso sin dinero de por medio? La respuesta es sí. Por eso, los jugadores se quieren parapetar con una convocatoria de huelga que impediría que fueran obligados a jugar este sábado. 

No obstante, fuentes del sindicato de futbolistas AFE han confirmado a este periódico que aún no han recibido notificación alguna sobre la posible convocatoria de huelga de los jugadores. Desde el entorno de la plantilla insisten en que los procesos se han dado para la huelga. Y la norma indica que debe notificarse a las partes con cinco días de antelación. Nadie dice nada y el club ha pasado de ser una montaña rusa a un bingo donde cualquier número puede tocar. 

La realidad es que este miércoles está convocada la plantilla para el primer entrenamiento de la semana. Será el momento de saber si deciden entrenar o vuelven a parar en seco. Según ha podido saber este periódico, los jugadores inscritos con el filial aún podrían jugar este sábado porque la resolución de la expulsión del filial de Tercera aún no es firme.

En el horizonte hay un partido en El Ferrol. Nadie sabe si se jugará. Posiblemente, ni los propios jugadores. Es la caótica realidad de este Extremadura UD.