1 - Montijo: Sergio Tienza; Chechu, Molina, Gabri, Razvan; Rodao, Calin (Maluenda, min. 73), Barragán (Seung, min. 91), Samu Manchón, Joel (José Ángel, min. 80) y Dani Segovia.

0 - Antequera: Iván; Juanjo, Mauro, Sergio Díaz, Esteban, Nacho País, Crespo (Sergio García, min. 80), Svaika (Mensah, min. 80); Luismi, Iván Aguilar y Álex Escardó (Hoyos, min. 75).

Gol: 1-0, min. 86: Dani Segovia, de penalti. 

Árbitro: Sánchez Moraga (Colegio Madrileño). Por el Montijo expulsó con roja directa a Maluenda (mín. 76) y amarillas al técnico Juan Marrero y a Rodao, Barragán, Samu Manchón, Joel y Dani Segovia. Por el Antequera, a Iván, Esteban, Álex Escardó, Mensah y Sergio García.

Incidencias: Estadio Emilio Macarro. 700 espectadores. 

Costó lo suyo abrir la cerradura del Antequera, la verdad, pero a base de fe y trabajo, el Montijo puso fin a su racha de tablas y volvió a iluminar con otro triunfo las gradas del Emilio Macarro (1-0), situándose de nuevo en puestos aristocráticos y con los sueños libres para volar. 

Con la noticia del retorno ante sus fieles del arquero Sergio Tienza tras una larga ausencia, allá por el mes de mayo ante el Cacereño, despertaba una nueva cita en el Emilio Macarro. Y pronto, apenas tres minutos en el luminoso, bastaron para manchar la hoja de notas con un centro por la derecha de Chechu, cándido, eso sí, a las manos de Iván. Replicó con celeridad la tropa antequerana pero Álex Llamas adoleció de vatios, colocación ... y stop. Joel Salvi aportó su árnica 60 segundos después en un face to face e intento fallido de hacerle la bicicleta al central Mauro, pero éste impuso su físico pateando a córner el rejón con apenas cinco minutos disputados.

La voz cantante la firmaba un Montijo que dibujó su primera opción seria tras una buena conducción por la banda diestra de Chechu que sirvió a Juan Barragán, pero la incursión llena de corazón del extremo rojinegro se topaba con la armadura muscular de Iván (min. 12). Rodao probó fortuna un suspiro después, pero voló el arquero visitante de nuevo.

La plantilla del Montijo celebra la victoria en el vestuario del Emilio Macarro. Montijo UD

El litigio se llenaba de cemento en la medular y el once andaluz tenía más cuero que ocasiones. En el hemisferio del primer acto, Luismi botó una falta que justificó la calentura táctil en dos fases de Tienza. Avanzaba el choque, firmando dóciles rejones Razvan y Calin (min. 27) y el primer susto, que no de muerte, en un testarazo de Crespo que se fue rozando el palo diestro (min. 33). Nadie afinaba con la red ajena y Joel era el siguiente en poner su sello en los boletos sin suerte. Más ruido que nueces en el verde y tocaba irse al tiempo de consignas a ver si se alumbraba el marcador de una vez.

Idénticos gladiadores retomaban el paso por el océano verde y se dibujaba una acción individual llena de glamour de Álex Escardó cortada de un tajo entre Gabri y Razvan (min. 47). El once rojinegro apretaba motores y Juan Barragán desnudaba con un baile de pies letal a dos enemigos, pero su pase de la muerte se paseó por delante de la cal sin remitente (min. 53). Calin probó de inmediato los reflejos de Iván y sin reponerse del susto, Escardó y Aguilar alteraban los biorritmos locales (min. 56).

Dani Segovia canta bingo

El colegiado subía las temperaturas cardíacas del respetable aflorando los colores en las cartulinas, a falta de jugadas dignas de elogio. Escardó halló las nubes, no a Tienza (min. 70) y concursaba, por poco margen, el ariete Maluenda, ya que dijo adiós con celeridad al ver cartulina roja en el minuto 76.

Restaba un cuarto de hora y un efectivo menos en las huestes locales. ¿Un pero? Es lo que se pensaron los blanquiverdes, que no supieron atar a un rival rojinegro que siguió a lo suyo y sus diez perros de presa sacaron más que nunca los colmillos para morderle bien las yugulares a los de Antequera. Apenas cinco minutos faltaban para el gong final y Dani Segovia caía dentro de la cal. El juez de la contienda silbó el punto letal y el ariete rojinegro, paradinha incluida, agujereaba la red y fue a festejarlo con sus dos vástagos a la grada. Se añadieron seis minutos para tratar de revertir la situación para los forasteros, pero no hubo lugar al milagro y con toda justicia el cuadro de Juan Marrero vuelve a sonreír en casa.