Viven por y para el fútbol. Ana, Andrea, Iraia, María Pry, Natalia y Sara son mucho más que entrenadoras. Las seis se someten al test de SPORT para conocer un poco más qué hay detrás de estas mujeres que son el ejemplo para muchas. Su pasado, su presente y el futuro del fútbol, en sus palabras.

Ana Junyent

La que fue jugadora del FC Barcelona durante nueve temporadas cuida y es honesta con sus jugadoras. Es amante de la pedagogía vestuario para dentro y cree que su futuro está aquí, en el fútbol profesional, ya sea masculino o femenino. Este último lo ve muy potente si crece la visibilidad entre la afición.

Andrea Esteban

No tuvo suerte con las lesiones durante su etapa futbolística. Pasó del campo al banquillo y, tras ser la segunda del Valencia la temporada pasada, ahora es ella quien tiene las riendas. Se define como exigente, intensa y cercana a las jugadoras. Ve muchísimo fútbol, extranjero también, y desconecta subida encima de una bici. Confía en que el fútbol femenino se vaya profesionalizando y que las jugadoras puedan vivir al 100% de ello.

Iraia Iturregi

Fue la primera jugadora en llegar a los 100 partidos con el Athletic y en el mismo club quiso seguir firmando su historia. La confianza y la motivación, en un equipo, opina, que es mucho más importante que la calidad. Apuesta ciegamente por el talento del fútbol español, pudiendo llegar a ser la española la mejor Liga de Europa.

María Pry

De las seis, la que más recorrido tiene entrenando en la Primera Iberdrola. Su experiencia la caracteriza, así como su constancia y las ideas claras. Es conocedora de que la vida del entrenador es adaptarse a los cambios que llegan y evolucionar. Tiene claro que, pase lo que pase en el futuro, quiere seguir vinculada a este deporte.

Natalia Arroyo

Empezó su carrera en la Federación Catalana de Fútbol y, de allí, dio el salto a la Primera Iberdrola en la Real Sociedad. Se define como valiente y honesta, fuera y dentro de vestuarios. Le gusta jugar al ataque, que su equipo especule y que tenga iniciativa siempre dentro de un clima amable. No descarta en un futuro salir al extranjero o en otro rol que no sea como primera entrenadora. Sí o sí desea que la Primera Iberdrola siga consolidándose, de manera organizada con más antelación, visibilidad y ambición.

Sara Monforte

Defendió el ‘submarino amarillo’ antaño y ahora lidera a su equipo. Su tierra natal la ve triunfar otra vez. Consiguió el ascenso con una filosofía clara: buena gestión de grupo, con jugadoras felices y cómodas. Sara será feliz si la remuneración le permite dedicarse toda la vida a entrenar. Algo que de la mano de la profesionalización, poco a poco, acabará cumpliéndose.