Hierros Díaz Extremadura Miralvalle: Tereza Zitkova (17), Carla Ollero (8), Silvia Romero (4), Alicia Morales (11) y Laia Moya (11). También jugaron: Barbero (0), Pérez (4), Valiente (0) y Marta del Rio (7).

Osés Construcción Ardoi: Ujevic (9), Cabrera (13), Arregui (8), Echeverria (4) y De Barros (12). También jugaron: Santibañez (3), De Sousa (4) y Faussurier (13).

Marcador por cuartos: 14-17, 25-25 (descanso), 36-33 y 55-59 (final).

Árbitros: García Martín y Rodríguez Francisco.

Incidencias: Encuentro disputado en el pabellón Ciudad Deportiva de Plasencia.

El Hierros Díaz Extremadura Miralvalle ya es matemáticamente club descendido de la LF Challenge. Y eso que mereció mucho más en un partido igualado frente al Osés Construcción Ardoi (55-59) pero un parcial de 0-8 en el tramo final del partido privó que las locales se llevaran un triunfo muy merecido. De esta forma, el conjunto de Raúl Pérez, con innumerables problemas en la parte decisiva del campeonato, baja matemáticamente de categoría.

Y es que desde muy pronto el encuentro se torcía para las locales, quienes encararon el duelo con cuatro bajas como las de Ije Uchendu, Victoria Reynolds y Karina Konstantinova, pero también con la ausencia por lesión de María Romero . Pese a ello, el equipo placentino realizó un gran partido con tan solo cinco fichas del primer equipo y el resto jugadoras junior. Mereció más pero acabó ante su afición y con el rival en el centro de la pista aplaudiendo, despidiendo la categoría en el Pabellón Ciudad Deportiva.

La igualdad se mantuvo prácticamente todo el partido. Las locales aguantaban bien las ofensivas visitantes. Sin embargo, las navarras conseguían poner la ventaja en el electrónico ante un equipo placentino repleto de canteranas orgullosas. Así terminaría el primer cuarto, con equilibrio y con una anotación muy baja (14-17) debido a las buenas defensas de ambos conjuntos.

El segundo cuarto comenzaría con el equipo local poniéndose por delante. Sería la segunda ventaja de las placentinas durante todo el partido. Sin embargo, quedaban aún ocho minutos y las navarras apretaban. Aún así, la baja anotación con 11 y 8 puntos respectivamente, permitieron que ambos conjuntos se fueran al descanso con un empate a 25 puntos en el electrónico de Plasencia. Aún estaba todo por decidir.

Parecía que el esfuerzo físico iba a pasar factura pero nada más lejos de la realidad. Su trabajo, esfuerzo y compromiso permitieron que las fuerzas se igualaran más y prácticamente era imposible vislumbrar quien iba a llevarse el triunfo. Ninguno conseguía distancias hasta que el Ardoi, con un parcial de cero a nueve, puso tierra de por medio y castigó a unas locales que se veían mermadas físicamente. De nuevo, nada más lejos de la realidad.

Con un fulgurante inicio de último cuarto, el Miralvale, cuando parecía que el partido estaba roto, consiguió reducir distancias y volver a igualar fuerzas. 

Un parcial de 8-0 volvió a meterles en el partido y acabó obligando a José Javier Unzué a pedir el primer tiempo muerto del partido para que la victoria no se le escapara. Y así fue, no se escapó. A falta de menos de dos minutos para la conclusión, y con las locales repletas de jugadoras junior, las placentinas se quedaron ancladas en 55 de puntuación mientras las navarras conseguían ventaja de cuatro puntos. Una distancia que se mantuvo durante más de 50 segundos. Quienes lo intentaron, lo merecieron pero en el partido donde mejor imagen mostraron, cayeron como durante esta temporada están acostumbradas.