Como en los viejos buenos tiempos, un equipo de Cáceres visita ilusionado este domingo el Palacio de los Deportes de Madrid, ahora llamado por motivos comerciales WiZink Center. El Cáceres Patrimonio de la Humanidad acude a la pista de uno de los grandes de la historia del baloncesto español, el Movistar Estudiantes, con el objetivo de dar la sorpresa. Será a partir de las 19.00 horas en el lujoso recinto de la calle Goya.

«El equipo sigue creyendo mucho en sí mismo y todavía podemos dar alguna alegría a la afición. Vamos con la sensación de haber realizado un trabajo excepcional, motivados, convencidos de cómo lo podemos hacer», expuso el viernes Roberto Blanco. El técnico aseguró que, con el impulso de la victoria ante el Melilla del pasado domingo, la semana de entrenamientos había sido «excelente y muy productiva».

«Tenemos que tratar de ser fieles a nuestra idea, tenemos una capacidad defensiva determinada y a partir de ahí genera. En los últimos partidos hemos visto un equipo que en ataque tenía facilidad para anotar, pero perdía su seña de identidad defensiva. Se trata de aunar las dos facetas y están cerca de converger», explicó.

En contra estará un Estudiantes que está peleando con el Covirán Granada por la primera posición, que otorga el ascenso directo. Y para ello no puede permitirse más errores, ya que en otras cinco jornadas ya ha demostrado que no es invencible. «No creo que en ningún momento pensasen que esto iba a ser fácil. Espero encontrarme a un rival duro, con muchas posibilidades ofensivas y defensivas, con muchos jugadores determinantes», comentó Blanco. Dijo afrontar el partido «con la misma ilusión que todos los partidos de la liga», pero también admitió que existe «un punto extra de motivación». Según pronosticó «si vamos a un encuentro con muchos puntos, lo más probable es que no consigamos hacernos con la victoria».

El Cáceres contará con la ayuda de sus aficionados. Hacía mucho tiene que desde el club no se organizaba un autobús para ellos. Además, otros viajarán por su cuenta y también habrá cacereños que viven la capital de España que no querrán perdérselo.