1 - Montijo: Sergio Tienza; Gabri, Javi Chino, Molina, Razvan; Rodao, Calin (José Ángel, min. 86), Samu Manchón, Barragán; Joel y Dani Segovia.
1 - Córdoba: Carlos Marín; José Ruiz, Gudelj, Visu (Luismi, min. 69), José Cruz; Javi Flores, Álex Bernal (Iglesias, min. 88), Puga (Fuentes, min. 64), Simo (De las Cuevas, min.69).
Goles: 0-1: min. 42, Simo. 1-1: min. 61, Daniel Segovia, de penalti.
Árbitro: Amar Ahmed (Colegio Melillense). Por el Montijo, amarillas Razvan, Samu Manchón y Dani Segovia. Por el Córdoba, a José Cruz, Javi Flores, Simo y al preparador físico Álex Prieto.
Incidencias: Estadio Emilio Macarro. 750 espectadores. Partido correspondiente a la vigesimoséptima jornada de Segunda RFEF.
Reza un refrán que a la tercera va la vencida y a base de corazón y con una segunda entrega seria en todos los rincones del océano verde del Emilio Macarro, el Montijo frenó las ínfulas de un Córdoba que mostró su matrícula en el luminoso por medio del extremo Simo, pero que vio como Dani Segovia ajusticiaba al meta califal para darle un punto a los rojinegros y frenar al ogro de la tabla (1-1).
El pleito en el coliseo de las Vegas Bajas despertó como era previsible, con una pantera cordobesa que rugió desde la primera bola y que enseñó sus fauces con celeridad por medio de Javi Flores en un fax que solo halló la respuesta muscular de la zaga rojinegra. Un saque desde la bandera de Razvan que no hizo más que caricias a una sólida defensa celeste a los tres minutos fue el primer mensaje local. La bestia cordobesa rugía con intensidad, con un físico keniano, pero Manchón inauguró la temperatura táctil del meta Marín en un centro por la diestra.
El primer saque desde la bandera visitante firmado por Simo obligó a Javi Chino a sofocar el conato de incendio (min. 11). Sin respiro, Álex Bernal despegaba un tsunami desde 20 metros que obligó a Tienza a un vuelo digno de catálogo de méritos. Las fuerzas se equilibraron y el Goliat de la tabla, que no de esta cita, veía cómo le irían con el devenir de la matinal, acariciando la cara, piernas y entrañas, un David llamado Montijo que volvió a enseñar sus credenciales en un pase de Joel que Manchón envió fuera (min. 17).
El once de las Vegas Bajas seguía con su muro de hormigón atrás y allí no pasaba nadie o con notorios problemas. Un buen centro de Barragán lo peinaba Samu Manchón y puso el susto en las entrañas visitantes (min. 31). Puga fue el encargado de firmar en la hoja estadística un suspiro después en un remate circense.
Cuando ambas centurias tenían mentes y borceguíes prestos para que atase la campana del hemisferio del juicio, llegó el estruendo en el luminoso. Un centro de Casas por el flanco diestro aterrizaba sobre las botas del extremo Simo, que halló la única rendija por donde colarse para fusilar el 0-1 con el que se llegó al tiempo de consignas.
Segunda mitad agitada
En el vestuario, los pupilos de Juan Marrero salieron al verde además de con corazón, con las neuronas bien pertrechas y las botas llenas de azufre. Joel echó sus boletos en un remate que puso en más que un apuro al zaguero Gudelj (min. 53) y al Córdoba empezaban a entrarle sudores fríos. Se cambiaba el trono y era la fiera de las Vegas Bajas la que exhibía sus colmillos cada minuto que pasaba con más ferocidad. Dani Segovia tras recibir un balón en largo en la frontera de la línea de tres cuartos, habilitaba el cuero para Joel Salvi y éste se cargó de vatios las botas y el balón halló las nubes (min. 58). Del Córdoba en ataque se tenían pocos argumentos y en un abrir y cerrar de ojos llegó la tragedia.
Un remate de Javi Chino a tenor del colegiado se estrellaba en la mano del capitán de la barriada de Fátima cordobesa, Javier Flores y ni hubo lugar al milagro del estamento arbitral. A los once metros y al punto de ejecución Dani Segovia. El ariete y máximo artillero madrileño dio dos pasos atrás, sentó al arquero de una paradinha y por alto agujereaba la red de Marín (min. 60) y dedicaba el gol a sus padres, a su esposa Miriam y a sus vástagos Valentina y Hugo.
Lejos de conformarse con las tablas, siguió porfiando el Montijo y una peinada hacia atrás de Segovia no la pudo captar Manchón (min. 65). El bloque califal siguió porfiando, la verdad. Restaban diez minutos y todo eran nervios y un vaivén del cuero de un área a otra. Razvan botaba una falta que buscó la escuadra rival pero halló las nubes y Casas sin respiro pifió su remate. Muchos nervios, mucho orden en la muralla defensiva rojinegra y allí no pasaba nada. Un tiro de Visus muy desviado cerró la batalla y los de Juan Marrero logran resarcirse de sus dos tropiezos previos ante un líder que ayer vio como la fiera montijana le enseñó bien los dientes.
«Hay que destacar el corazón y la garra de este equipo», dice Juan Marrero
«A este tipo de equipos hay que hacerlos sufrir para tener alguna oportunidad», decía Juan Marrero, entrenador del Montijo, al final del partido contra el Córdoba, un duelo en el que su equipo sacó un empate tras una gran segunda parte. Escaso de efectivos, el cuadro rojinegro mantuvo el mismo once durante 86 minutos y solo hizo un cambio, lo que llevó al preparador a destacar «el corazón de mi equipo, su garra. No es fácil aguantar a un equipo como el Córdoba. Han demostrado un sacrificio enorme durante mucho minutos», añadió elogiando a sus futbolistas. Dijo incluso que habían merecido ganar para recordar que la exigencia, a pesar de haber asegurado la permanencia, sigue siendo máxima en la plantilla. «No podemos reflejar ningún conformismo aunque haya mucha gente tocada. Hay que ir a por los tres puntos en cada partido, no vamos a renunciar a nada, ese es el mensaje que tenemos que transmitir».