Cinco partidos consecutivos y cuatro meses seguidos sin ganar. Ese es el tiempo que hasta el pasado domingo llevaba el Villanovense sin lograr el botín de los tres puntos en sus salidas lejos de Villanueva de la Serena. La victoria ante el Antequera por 0-1, con un tanto de Tapia de penalti, supuso una bocanada de oxígeno para un equipo que empezaba a ahogarse entre sus propias dudas y que observaba atónito cómo sus opciones de jugar playoff de ascenso se esfumaban poco a poco y sin un atisbo de reacción en el horizonte. Sin embargo, los de Josip Visnjic, en un buen partido, lograron sacar tres puntos que deben servir al conjunto serón para retornar a su mejor versión, esa que no alcanzan desde el pasado mes de enero.

Consciente de la importancia de la victoria, el propio Visnjic señaló sobre el triunfo de su equipo que «lo importante era conseguir los puntos». Y tanto que sí. Gracias a la victoria en Málaga, el conjunto serón recupera los puestos que dan derecho a jugar la fase de ascenso, esos que no ocupaban desde el pasado 20 de febrero, cuando empataron a cero ante el Coria en el feudo del equipo de Villanueva de la Serena. 

Punto de inflexión

Y es que el sentir general del vestuario del Villanovense tras conseguir el triunfo en El Maulí era el de un equipo sabedor de que esa victoria puede suponer un punto de inflexión en un momento clave de la temporada, sobre todo teniendo en cuenta que aún debe hacer frente a cuatro derbis en las siete jornadas que quedan. Mientras tanto, nada como una pequeña dosis de la medicina del triunfo para calmar el dolor de cabeza.