La futbolista brasileña Gio Queiroz ha publicado una carta abierta al presidente del FC Barcelona en Twitter para denunciar las "conductas abusivas" que asegura sufrió en el club.

En la misiva, Queiroz dice esperar que su testimonio sirva "para que otras mujeres que sufren o han sufrido algún tipo de abusos o violencia rompan su silencio".

Así, la internacional brasileña asegura que cuando llegó al club catalán, en 2020 y con 17 años, el recibimiento fue bueno, pero todo se torció al recibir la llamada de su selección nacional: "Primero recibí indicaciones de que jugar con la selección brasileña no sería lo mejor para mi futuro dentro del club, A pesar del desagradable y persistente acoso, no le di mucha importancia al asunto (...) "Comenzaron a realizarse otros mecanismos de presión. Me estaban acorralando de manera abusiva para que renunciara a defender a la Selección Brasileña. Se utilizaron métodos arbitrarios con el claro objeto de perjudicar mi vida profesional dentro del club", escribe.

La situación fue a más en 2021 cuando, según señala, fue confinada de manera "ilegal": "Me encerraron ilegalmente y no pude salir de casa. No podía entrenar ni tener una rutina normal". Una vez cumplida la cuarentena, Gio recibió la autorización de la FIFA para unirse a su selección, pero fue reprendida al volver a Barcelona: "Me llamaron a una reunión con el director el club. Fui acusada de haber cometido un una grave indisciplina y que, por ello, sería apartada del equipo y sufriría graves consecuencias. Me quedé completamente en shock". El Barcelona la acusaba de haber viajado sin la autorización del club: "Entré en pánico. Temí por mi futuro. Volví a casa completamente destrozada. Lloré muchas veces. Sentí un enorme vacío. No tenía fuerzas para luchar por mis derechos. A partir de ese momento mi vida cambió para siempre. Estuve completamente expuesta a situaciones humillantes y vergonzosas durante meses. Con el paso del tiempo el abuso y la violencia psicológica se hicieron más intensos y destructivos. La mujeres merecemos respeto y dignidad".

La carta, de tres folios, concluye con que "El club debe ser responsable de velar por la integridad física, mental, psíquica y moral frente a cualquier forma de violencia. Espero que el Barcelona actúe de manera consecuente y transparente".