95 - Cáceres Patrimonio de la Humanidad: Jorge Sanz (10), Devin Schmidt (19), Romaric Belemene (12), Duje Dukan (4), Ben Mbala (19) -cinco inicial- Mateo Díaz (9), Jaume Lobo (3), Manu Rodríguez (11), Carlos Toledo (8), Julen Olaizola (5).
89 - Afanion Almansa: Jalen Nesbitt (7), Eddy Polanco (4), Kevin Bercy (11), Fabio Santana (5), Robertas Grabauskas (4) -cinco inicial- Carles Biviá (7), Josep Pérez (13), Arvydas Gydra (6), Edu Martínez (15), Ioannis Dimakopoulos (17).
Marcador por cuartos: 19-14, 39-38 (descanso), 67-57 y 95-89 (final).
Árbitros: Lema, Muñoz y Sastre. Sin eliminados.
Incidencias: 1.300 espectadores en el Multiusos Ciudad de Cáceres.
Conserva el Cáceres Patrimonio de la Humanidad la mano ganadora para meterse en los ‘playoffs’ de ascenso, lo que sería un exitazo, dicho sea las veces que haga falta. El conjunto de Roberto Blanco superó al Afanion Almansa con dificultades (95-89), pero sacando la fe que ha caracterizado sus mejores momentos de esta temporada. Nadie dijo que sería fácil. Es más: sufriendo sabe mejor.
Superar al Palma el próximo viernes de nuevo en el Multiusos pondría la clasificación muy cerca a falta de dos jornadas para el final de la liga regular, aunque para ello se depende de otros resultados. Este mismo fin de semana se estará muy pendiente de lo que suceda en el Valladolid-Tau Castelló y el Gipuzkoa-Alicante.
El partido arrancó con pinta de que iba a ser un cómodo ejercicio para el Cáceres, que se jugaba mucho más que un oponente que tiene ya poco que decir a nivel clasificatorio, sin opción de ‘playoff’ y prácticamente salvado.
De hecho, la intensidad que le pusieron unos y otros durante esos primeros minutos pudo ser indicativa de ello. Sin embargo, no duró demasiado el equipo vigoroso y decidido que su puso por delante con una buena renta (18-9). De repente, las ideas en ataque se secaron, demasiado concentradas en lanzamientos lejanos no siempre en buena posición. Como es habitual, Ben Mbala, tan potente en ataque como rebasado en defensa por rivales mucho más altos, representaba las dos caras verdinegras (19-14, min. 10).
Mover el banquillo no fue la solución. Más bien al contrario. Esta vez la ‘segunda unidad’ estuvo más bien errática, especialmente Manu Rodríguez, que suele ser un jugador muy fiable. La diferencia se fue agotando hasta que Almansa se puso por primera vez por delante (26-27, min. 16).
El partido resultaba muy difícil de descifrar, sobre todo por el hecho de que el Cáceres mostraba una frialdad impropia de lo que le ha caracterizado para lo bueno y lo malo esta temporada. Por si fuera poco saltaron las alarmas cuando Schmidt tuvo que retirarse lesionado, con lo que parecía un tirón muscular, tras conseguir una canasta (32-29, min. 17). Es un territorio muy poco explorado lo de estar huérfano del gran anotador, aunque en la exigente pista del Juaristi se consiguió ganar sin él, Mal que bien, el conjunto de Roberto Blanco se marchó al descanso por delante (39-38).
Segunda parte
Para respiro general, Schdmit volvió a pista después del descanso. Se temía un mal inicio, porque los terceros cuartos no se le están dando bien a este equipo últimamente, y no fue así. El propio norteamericano culminó un parcial de 6-0 que fue oxígeno puro para enfocar la situación con menos ansiedad.
Dos triples seguidos de Romaric Belemene y otro de Jorge Sanz fueron la espoleta que se necesitaba para meterse de verdad en situación, a la altura de un partido de tal trascendencia (58-49, min. min. 26). Se trataba de ir desgastando la resistencia de un Almansa al que no tener nada en juego podía ayudar y perjudicar al mismo tiempo. Fue prácticamente la diferencia que había en el marcador al final del cuarto (67-57), suficiente para afrontar el tramo final con optimismo, aunque también la obligación de no relajarse en absoluto. Ya que se había encontrado el norte del partido, la cuestión era no perderlo ya.
Sin embargo, tocaba sufrir otra vez, volver a sacar los remos. En apenas dos minutos el hueco se había volatilizado casi por completo (69-67), lo que dejaba en el ambiente un molestísimo suspense. Pese a algunos ataques de furia de Manu Rodríguez y Carlos Toledo --qué infravalorado está este muchacho siempre--, al momento supremo se llegó en un puño más apretado imposible (84-84 a 3:00).
Entonces llegó una jugada de cinco puntos que terminaría siendo decisiva. Un Belemene especialmente poseído encestó y sacó falta, pero falló el tiro libre.El rebote favoreció al Cáceres, que lo transformó en un triple de Manu Rodríguez.
Almansa hizo un último esfuerzo y de hecho tuvo el balón para empatar a falta de 24 segundos con 92-89. No llegó a tirar, ya que Mbala interceptó la bola y Jorge Sanz fue objeto de una falta antideportiva que ya sentenció. El Multiusos, escamado toda la noche porque dejar escapar la victoria hubiese resultado un palazo, se vino abajo. Queda camino por recorrer, pero huele a ‘playoffs’ seis años después.