0-Cacereño: Bernabé, Aguado, Rubén Sánchez (min. 46, Carlos Andújar, min. 50, Colau) Carlos Daniel, Gayoso (Espinosa, min. 60), Javito (Solano, min. 73), Bermu, Yael (Kamal, min. 71), Barba, José Ramón y Carlos Fernández.

4-Teruel: Taliby, Hermelo, Carlos Javier, Cabetas, Ceballos, Jaime, Romero, Aparicio (min. 60, Hakim). Alfredo (min, 77, Fabio), Emaná (min, 77, Tatín), Guille Andrés (Julen, min. 60).

Goles: 0-1-Min. 21: Guille Andrés. 0-2-Min. 36: Aparicio. 0-3-Min. 60:Emaná. 0-4-Min. 88:Tatín.

Árbitro: Ekaiz Iñaki García Arriola (Comité Vasco). Tarjeta a Javi López.

Incidencias: Encuentro de semifinales de playoff de ascenso a la Primera RFEF disputado en el Pepico Amat de Elda. Presencia de al menos un centenar de aficionados del Cacereño.

Fue un golpe duro al mentón del Cacereño, desdibujado y humillado por el Teruel (0-4) y desposeído de un plumazo de la ilusión de al menos jugar la final por el ascenso a Primera RFEF. Se cierra de la peor manera una temporada que durante el 90 por ciento del tiempo ha resultad ser pletórica, pero que ha desembocado en un tétrico final, por pocos imaginado.

El Teruel aprovechó su mejor predisposición desde el minuto 1 de la mejor manera y en todos los momentos álgidos del choque. Advirtió de sus intenciones con un tiro al larguero de Apa para, en el 21, aprovechar la proverbial candidez defensiva cacereña en el tanto de Guille Andrés (0-1-Min. 21). Justísimo premio para los turolenses, mejores en actitud y aptitud en ese inicio.

Los daños no quedarían ahí. Pese a la lógica decepción de los de Julio Cobos, no tardó en llegar en forma de oportunidad la cercanía del empate con un remate de cabeza de Javi López a la salida de un córner que rozó el poste cuando el gol parecía el destino final de ese balón. 

A renglón seguido, el segundo mazazo, éste aún más doloroso que el primero. De nuevo un mal despeje, un centro a la izquierda y un remate inapelable de Aparicio (0-2, min. 36). No era el día, no.

No desfalleció en esos momentos el decano extremeño, que se lanzó a tumba abierta al ataque para firmar entonces sus únicos minutos decentes del choque. Al igual que en el primer gol en contra el fallo fue del futbolista más contundente del CPC, Luis Aguado, en la jugada a la contra tras el pase de Carlos Daniel el que marró fue José Ramón, el mejor definidor, que lanzó de zurda fuera una vez había rebasado al portero. Era justo antes del descanso y aquello pintaba mal. Muy mal.

Peor pintaba cuando el revulsivo, Carlos Andújar, sustituto de Rubén Sánchez en el descanso, se rompía a los cinco minutos de salir. Eso sí es pura mala suerte. Lo de la flojedad atrás no tanto.

El partido se inclinó del todo con el gol de Emaná, que aprovechó un rechace de un córner y ganar por piernas a la defensa verde. El 0-3 del minuto 60 terminó por derrumbar a todos: los jugadores, los aficionados in situ, los que estaban viendo el choque en el Príncipe Felipe en pantalla gigante...

No había prácticamente nada que hacer en el último tercio. Solamente apelar al orgullo y a un sentimiento de puro pudor por defender con dignidad la camiseta del decano. Todo se tornó triste, muy triste, en un tramo final de pura impotencia.

La guinda la pondría el Teruel con un gol de Tatín. Quizá demasiado castigo, sí, pero por lo sucedido durante la nefasta tarde de Elda no es descabellado pensar que se trató de una de esas clásicas jornadas negras que firma el decano en su historia. Aquello no podía salir peor. El mal fario ya tuvo un antecedente: los aficionados desplazados en autobús vivieron su particular odisea al averiarse el autobús en el que viajaban. Tremendo.

Aficionados del Cacereño, en un parada en el camino. Después se averiaría el autobús. Nada salió bien. JMVICTOLILLA