Éxito rotundo e indiscutible del valencianismo. El partido importante se jugaba en los aledaños de Mestalla y la afición lo sabía. Desde las 17:00 horas, miles y miles de valencianistas cogían sitio en la Avenida de Suecia como cada partido. No hubo que esperar mucho tiempo para vislumbrar que no se trataba de un día más. La hora del partido se acercaba y el valencianismo cumplió con lo prometido: Ambiente desértico en Mestalla y protesta de diez fuera del estadio. Se buscaba una imagen poderosa, contundente y con el potencial suficiente como para dar la vuelta al mundo. Y se consiguió, de hecho la captó SUPERDEPORTE, medio que pertenece, al igual que este diario, al grupo Prensa Ibérica, con la masa social sacando músculo en las calles y el estadio prácticamente vacío. 

La inmensa mayoría de gente que se congregó alrededor del estadio horas antes del partivalenciado lo hicieron para secundar una protesta que prometía ser histórica. La voz del valencianismo estuvo acompañada por numerosas pancartas con mensajes en contra de la propiedad. La mayoría de ellas, sobre todo las de mayor dimensión, proporcionadas por Libertad VCF. La asociación se encargó de organizar en cierta medida a la gente a las puertas del palco y darle colorido a la protesta, colocando dichas pancartas en las puertas de acceso a la Zona VIP.

Los mensajes de las lonas, pancartas y carteles tenían una dirección muy clara: Meriton. En primer lugar apostaron por una lona amarilla con el lema: «Lim out» (Lim fuera), pero este solo fue el primero de los mensajes dentro de la puesta en escena. Un rato más tarde desplegaron una más larga con la siguiente misiva: «Os sacaremos de nuestro club» acompañado de un escudo del Valencia CF que los diferentes asistentes mantearon. 

Por último, una de las más importantes, la que junto con uno de los carteles de la convocatoria tenía el siguiente texto: «Por a marcha de Peter Lim y una ley que proteja a los aficionados». No fue la única en este sentido, también se vio otra con las siguientes palabras: «Ley (10/1990) del deporte. Salvemos el fútbol español: 50+1». Y es que la democratización es el ideal que persigue el valencianismo, recuperar el club para sí, y la vía legislativa es una por la que tanto Libertad VCF como otras plataformas y el grueso de la masa social está empujando. 

Protesta pacífica

El comportamiento fue absolutamente ejemplar por parte de valencianismo, que se unió de forma fraternal, con cánticos contra la propiedad de la mayoría accionarial y también a favor de su equipo, fomentando un ambiente de reivindicación y dignidad, pero completamente festivo. Ayudados por la característica pirotécnica, el color naranja de las bengalas de humo y protestando de forma casi coreográfica con saltos, aplausos, agachándose hasta que rompían las canciones...

La manifestación acogió a todo el mundo. Valencianistas de todas las generaciones: desde niños pequeños con la cara pintada y su indumentaria blanquinegra   hasta gente muy mayor que siempre ha estado con el Valencia CF, que ha tenido el pase muchas temporadas, pero que ayer tuvo muy claro que su sitio estaba en la calle, luchando por un legado que dejar a sus nietos. El valencianismo está muy vivo.