Advirtió Ancelotti en su día, cuando Xavi habló de ganar jugando bien, que "jugar bien significa defender bien y atacar bien". Y esa es la definición de este Real Madrid que se proclamó campeón de Europa, por 14ª vez, ante un equipo que le dominó como el PSG, que le creó ocasiones, como el Chelsea, que le hizo sufrir, como el City. Pero se mantuvo de pie, no se rindió y aprovechó sus ocasiones. Este título de campeón de la Champions es hijo de los goles de Benzema, de las paradas de Courtois, del desequilibrio de Vinicius, de la fe de Rodrygo y, sobre todo, de la inteligencia de Ancelotti

La final comenzó mediatizada por el retraso inadmisible provocado por el caos organizativo en la entrada. 40 minutos de retraso, de tensión, de ansiedad, de nervios. Un ingrediente inesperado que debía ser bien digerido por los jugadores de ambos equipos. A lo que se sumaba que el césped estaba seco, al no ser regado en ese tiempo de espera, lo que frenaba la pelota y aletargaba la fluidez del juego. 

Amaneció el partido según lo previsto. El Liverpool cazando muy arriba en manada, el Real Madrid rebajando la efervescencia inglesa tratando de hacer ancho el campo con la pelota. Mendy, Militao Casemiro se retrataban en la salida y Ancelotti ordenaba alternar con algún balón largo para desactivar la presión. Pero eran pelotazos sin sentido. Con Thiago, duda hasta el último segundo, y Fabinho en el campo, Klopp desplegaba su admirado 'Gegenpressing', el temido heavy metal del 'Pool'. 

La primera media hora fue roja (casi un 70% de posesión inglesa) ante un Madrid que salía a sufrir. Sin noticias de Vinicius BenzemaCourtois tenía que trabajar ante Salah y, sobre todo, con un mano salvadora a disparo de Mané en la que encontró la complicidad del palo. El choque era trepidante para los blancos, cuyos jugadores diesel, como Kroos Modric, no se asomaban todavía. Y el Liverpool, agresivo en la presión y más aún atacando, enseñaba el colmillo a un Madrid que se tapaba la yugular. 

El VAR anula un gol a Benzema

Pedía Carletto a su mediocampo enfriar el duelo con la pelota en los pies. Como ante el PSG, en la vuelta con el Chelsea o frente al City, los blancos sobrevivían pese a su inferioridad en el juego. Los madridistas rumiaban el duelo esperando su momento. Y apareció en el minuto 43, cuando Benzema recogió un rechace en un balón sucio y batió a AllisonTurpin delegó la decisión en el VAR, que anuló el gol por un fuera de juego controvertido. Al descanso se llegaba con el empate inicial, pero la autoestima del Liverpool quedaba tocado por el zarpazo de Karim

La segunda parte comenzó con otra partitura. Ni los de Klopp mordían tanto ni a los de Ancelotti les quemaba el balón en los pies. Carletto seguía atacando con tres y defendiendo con ocho, pero ya masticaba más las jugadas y el equipo lo agradecía. Pero los ingleses seguían llegando con mucha gente al área de CourtoisMilitao Casemiro desangraban a los blancos en la salida con sus pérdidas, pero este segundo asalto era más placentero para un Madrid que además comenzaba a encontrar más espacios. Y en el minuto 58 Valverde arrancó la enésima estampida su carril y ante la pasividad de su defensor disparó y le salió un pase medido a Vinicius, que le ganó la espalda a Alexander-Arnold para adelantar a los blancos. Segundo disparo a puerta madridista, segundo gol.

Vinicius marca de gol del Madrid en la final ante el Liverpool. Reuters

Ancelotti, que tiene un balance favorable ante Klopp, volvía a mostrar su maestría para cocinar los partidos. Y con el gol aparecieron los fantasmas para el Liverpool. Gol en conta en un escenario como una final de Champions y con el Real Madrid enfrente. El peor de los escenarios posibles. Salah atornilló una rosca que habría sido gol ante cualquier portero de Europa, pero no ante Courtois. El belga voló para sacar otra mano prodigiosa. Klopp tocaba a rebato y los ingleses dejaban muchos metros a su espalda. Partido roto. La final estaba en su momento decisivo. Empate o puntilla. Enfermería o puerta grande.

Y salió cara. Por más que Klopp apretó con Firmino Diogo Jota, el Madrid soportó agónicamente el asedio rival abrazado a las paradas de Courtois y el sacrificio defensivo colectivo. Los Caballeros de la Angustia son campeones de Europa porque en el fútbol sigue ganando quien marca más goles que el contrario.

Ficha técnica:

0 - Liverpool: Alisson; Alexander-Arnold, Van Dijk, Konaté, Robertson; Fabinho, Thiago (Firmino, m.77), Henderson (Keïta, m.77); Salah, Mané y Luis Díaz (Diogo Jota, m.65).

1 - Real Madrid: Courtois; Carvajal, Alaba, Militao, Mendy; Casemiro, Kroos, Modric (Ceballos, m.90), Fede Valverde (Camavinga, m.85); Vinícius (Rodrygo, m.92) y Benzema.

Goles: 0-1, m.59: Vinícius.

Árbitro: Clément Turpin (FRA). Amonestó a Fabinho (61) por el Liverpool.

Incidencias: Final de la Liga de Campeones disputada en el Stade de France ante 78.000 espectadores. El inicio se retrasó 37 minutos tras el asalto de cientos de aficionados sin entrada generando un problema de seguridad. El rey Felipe VI presenció el partido en el palco de honor.