Con toda la plantilla y el cuerpo técnico sobre el verde del estadio Santiago Bernabeu, el lugar donde el equipo blanco ha ejecutado sus épicas gestas, el Real Madrid disfrutó de otra noche mágica, la última de la temporada, aunado con la afición que poblaba la grada, para compartir con cada seguidor la conquista de la decimocuarta Liga de Campeones.

El canto del himno de Carlo Ancelotti, con los futbolistas abrazados, el adiós emocionado de Marcelo, manteo incluido, bailes, bromas y fiesta agitaron la celebración del Real Madrid en una larga jornada. No faltó nada.

En un gran escenario con una pantalla gigante en el centro del césped del recinto blanco, aún con los rastros de su reforma, los jugadores fueron presentados de uno en uno. Los nombres anunciados por la megafonía en medio de un espectáculo de luces y sonido. Carlo Ancelotti fue el primero en alcanzar la plataforma, después, su plantilla. Lo mejor quedó para el final. Thibaut Courtois, Luka Modric, Karim Benzema, que fue el más ovacionado por el seguidor. El capitán, Marcelo, fue el último, con la copa en las mano.

Emocionado, entre lágrimas, el jugador con más títulos en la historia fue abrazado por el resto de sus compañeros. Vueltas al terreno de juego, la Copa al cielo y fotos sobre el césped con el trofeo iluminaron el ambiente.

Fue el cierre a una tarde noche intensa en la que la plantilla del Real Madrid encontró una fabulosa respuesta de su gente. El estadio Santiago Bernabeu fue el colofón a la larga fiesta del domingo donde la Copa de la 'Champions', la decimocuarta paseó por las zonas más emblemáticas, más identificadas con la historia del Real Madrid.

La celebración tuvo pasión, ambiente. Luz, sonido. Momentos de nostálgia, como el adiós de Marcelo y buenos propósitos como el de Eden Hazard. Y la promesa de la decimoquinta.

El festejo aunó los éxitos de la competición europea y de la trigésima quinta Liga que el Real Madrid cerró con antelación y cuya fiesta fue aplazada por la final de la Liga de Campeones. Sin embargo, la euforia desatada por el madridismo fue por el torneo continental. La forma en la que consiguió el éxito, el recorrido, propició que la afición se volcara. Fue de las más celebradas.

El Bernabeu fue el último punto de encuentro. El homenaje final a la plantilla que llegó tras vestir a la diosa Cibeles con los colores blancos. Allí esperaban horas antes miles de personas. Los jugadores y el cuerpo técnico dejaron de lado los trajes de los actos institucionales y se pusieron de blanco. Con una camiseta conmemorativa a las catorce 'Champions'.

Como suele ser habitual, alrededor de la Cibeles se montó una plataforma y un escenario con una pantalla gigante, como en la reciente celebración del título de Liga, y los jugadores y cuerpo técnico se fueron bajando uno a uno del autobús acompañados de cánticos de "¡Campeones, campeones!" por los madridistas que se reunieron para disfrutar de la celebración.

Algunos de ellos ya habían estado allí la noche anterior, cuando tras el pitido final del partido la zona se llenó de aficionados que acudieron a participar de la alegría colectiva en el lugar tradicional de celebración de los éxitos del Real Madrid.

El encargado de ataviar a la diosa Cibeles con la bufanda y la bandera del club fue el brasileño Marcelo, quien vivió este domingo con especial emoción. Es su última celebración como futbolista del Real Madrid y por ello se despidió con un beso de la diosa. Junto a él, Vinicius, Ancelotti, Alaba, Kroos y Courtois se animaron a cantar con la afición. Y llegó la promesa de Hazard quiso dejar un mensaje de optimismo: "Llevo tres años aquí y el próximo año voy a darlo todo para vosotros", dijo ante el cariño de sus compañeros y los aplausos de los fanáticos que también pidieron el Balón de Oro para Benzema.

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El Real Madrid celebra su 14ª Copa de Europa con la afición blanca EFE

En Cibeles los jugadores recuperaron la espontaneidad contenida en los actos oficiales previos con los que arrancó la jornada. La visita a la catedral de la Almudena y las citas con las sedes de la Comunidad de Madrid y del Ayuntamiento fueron parada fija en el inicio del acto.

Fue la ofrenda de los éxitos a la Virgen de la Almudena la parada inicial de la caravana blanca. Cientos de personas se agolparon detrás del cordón de seguridad que les separaba de sus ídolos.

"Ha sido un triunfo al esfuerzo. Este grupo de jugadores es un referente y un ejemplo para niñas y niños de todo el mundo. Este equipo y su cuerpo técnico es, ante todo, una gran familia. Todos tienen una inmensa capacidad de trabajo y sacrificio, que es lo que nos ha llevado a ser lo que somos y representamos. Todos compartimos un mismo sentimiento, que han servido para que estas alegrías se puedan vivir en cualquier lugar del mundo", dijo el presidente del conjunto blanco, Florentino Pérez.

Tras completar un trayecto de 13 minutos, con aficionados agolpados en las calles, desde la Catedral de la Almudena, el Real Madrid se detuvo en la sede de la Comunidad de Madrid, donde le esperaba como anfitriona la presidenta, Isabel Díaz-Ayuso, quien estuvo presente el sábado en París viendo la final de la Liga de Campeones que el equipo blanco ganó 1-0 al Liverpool.

Ayuso recibió de manos de Marcelo una camiseta conmemorativa de la final de la 'Champions', con el dorsal '1' y "Díaz Ayuso" en la espalda, que no dudó en ponerse. Marcelo confirmó que el partido en París fue el último suyo con la camiseta del conjunto blanco. La gente le respondió con un mensaje "¡Marcelo quédate!".

"Tengo la satisfacción de agradecer y ofrecer las dos copas de esta temporada. Quería agradecer también a la Comunidad de Madrid, que es una ciudad maravillosa y que disfrutamos mucho de vivir en ella", dijo.

Hoy es un día en el que todos estamos felices por el trabajo bien hecho. Es momento para poner en valor lo que se está consiguiendo en una de las épocas más bonitas y difíciles de nuestra historia. Las cinco Ligas de Campeones en ocho años serán algo muy difícil de olvidar para todo el mundo. Hemos llegado hasta aquí con el lema 'el Real Madrid nunca se rinde'. Ahora, a por la decimoquinta", concluyó.

Después de la Comunidad la expedición partió rumbo al Ayuntamiento de Madrid donde concluyó los actos institucionales. El alcalde José Luis Martínez-Almeida hizo de maestro de ceremonias sin olvidar que sus colores son los del Atlético de Madrid.

"De las últimas ocho finales que habéis jugado habéis ganado las ocho. Qué complicado nos lo ponéis a los que no somos del Real Madrid. Esta Copa de Europa permanecerá en la memoria de todo el madridismo por lo que han supuesto todas las eliminatorias, especialmente contra el PSG cuando una persona que lo ha ganado absolutamente todo como Benzema fue a robarle el balón al portero", prosiguió.

Aparcó los formalismos con su visita al Ayuntamiento para enfilar el encuentro directo con la afición. La plantilla dejó el autocar al uso para recorrer las calles en un autobús descapotable con el se trasladó a Cibles y después al Bernabeu donde la plantilla recibió el calor de la afición y el público la respuesta de sus jugadores.