Juan Bautista Pérez sigue explorando sus límites. A sus 53 años, siendo cariñosamente el abuelo del circuito mundial del tenis de mesa adaptado, está en el camino correcto para cazar billete para estar en los Juegos Paralímpicos de París 2024, los que serían sus terceros juegos si lo consigue. Sabe que cada vez es más difícil, y que no sólo juega contra sus rivales, sino contra el tiempo, pero este último factor no parece importarle cuando en plena presentación de su temporada 2022 deslizó lo siguiente: «ahora mismo estoy centrado en París 2024, pero por qué no luego buscar Los Ángeles 2028». Si echan cuentas, en ese verano ya estaría por encima de los 59 años. Rozando los 60. Si está buscando sus límites, desde luego no parece encontrarlos en su cabeza.

Pero hablando del presente, Juan Bautista inició hace algunas semanas su carrera a París 2024 siendo 13 del mundo en su categoría. Los 14 primeros estarán en los Juegos. No hizo un buen papel en el Open de Francia, pero sí en el Open de Eslovenia, donde ganó al tres del mundo y conquistó puntos para situarse el 7 del ranking mundial. Si no ocurre nada raro, le valen esos puntos para estar en el Mundial de Granada el próximo mes de noviembre, la gran cita de la temporada.

Juan quiere esos terceros Juegos porque tiene una doble espina clavada de Tokio 2020. La primera, el hecho de no poder repetir la medalla que obtuvo en Río de Janeiro. Y la segunda, «el hecho de no disfrutar de la experiencia. Tokio fue complicado. Desde que salimos de Madrid nunca hubo ambiente de Olimpiadas. Todo se hacía evitando el virus. Comidas reguladas, todos separados, no poder coincidir con compañeros, horarios marcados, selecciones asustadas. Lo que menos importó en Japón fue la competición». Y en París, con la pandemia ya en el olvidó, el almendralejense quiere disfrutar. «Y buscar esa medalla que la gente me ha exigido, aunque tengo que recordar que es muy difícil llegar hasta aquí. Y eso a veces se nos olvida con mucha facilidad».

Preparación

Ha agradecido al Ayuntamiento de Almendralejo ese apoyo constante a todos los niveles y reconoce que ahora realiza una preparación más selectiva de cada torneo y a medio y largo plazo. «Antes, cuando era más joven, tenía más presión. Ahora ganas experiencia y sabes dosificar mejor. El día a día ya no es tan duro y estamos bien preparados». Palabra de un deportista incombustible e inconformista.