El Periódico Extremadura

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Segunda Federación

La cantera da sus frutos en el Villanovense

Este año cuatro canteranos formarán parte de la primera plantilla tras su paso por La Cruz Villanovense. Ocho jugadores del equipo se formaron en la cantera serona

Marco, Justice, Satu y Javier posan en el Municipal Villanovense. SAMUEL SÁNCHEZ

La factoría de La Cruz Villanovense, una de las canteras más prolíficas de toda la región, destaca por su capacidad innata de generar buenos futbolistas. Y es que entre sus principales objetivos está el de conseguir que el mayor número posible de canteranos acaben ayudando al primer equipo: el Villanovense. 

Este año hasta ocho jugadores de la plantilla confeccionada por Pepe Cuevas contarán con un pasado en La Cruz. Los ya conocidos Pajuelo, Javi Sánchez, Tapia y Óscar Muñoz dieron sus primeras patadas a un balón portando la elástica verde. Ahora, Javier Tapia, Satu Muñoz, Marco González y Justice repetirán la suerte de sus nuevos compañeros. 

Javier Tapia y Satu Muñoz han recorrido todas las categorías inferiores de La Cruz hasta llegar al primer equipo del Villanovense. Javier, el menor de la saga de los Tapia, ha vivido en primera persona los buenos y malos momentos que el fútbol ha dejado en su casa. Ahora escucha los consejos de su padre (el ya expresidente del club) y su hermano mayor (jugador de la primera plantilla) para recorrer su propio camino en el club. «Me dicen que esté tranquilo, que no intente hacer nada de lo que no sé y que tenga los pies en el suelo para ir dando pasos poco a poco», dice Tapia, para quien tener la oportunidad de jugar en la primera plantilla es una «responsabilidad» y un «orgullo». Él es consciente de que será un año complicado para ellos cuatro y que el paso de juveniles a senior no será sencillo, pero tiene claro que la receta para contar con la confianza del entrenador se encuentra en el trabajo diario. «Tengo que disfrutar de todas las oportunidades que tenga y competir en los entrenamientos. Sólo así llegarán los minutos, pero si no llegan debo seguir trabajando», dice. 

En la misma línea, Satu Muñoz todavía no acaba de creerse que cada día entre por la puerta del vestuario del Municipal Villanovense, ese que comparte con Pajuelo, Javi Sánchez o Tapia, sus referentes desde bien pequeño. «Cuando empiezas en La Cruz con cinco años ves el primer equipo muy lejos y ahora tengo a grandes jugadores como compañeros de los que puedo aprender. Es una oportunidad muy importante», cuenta Satu. 

Saga de futbolistas

En la casa de los González Martinez el fútbol es el pan de cada día. Marco González, a sus 19 años, ha caído de pie en Villanueva de la Serena tras su paso por el juvenil de División de Honor de La Cruz. Su calidad, desborde y carácter le han hecho ganarse una oportunidad al alcance de pocos. Llegó de Almendralejo hace un año para formar parte de la familia serona y en este tiempo ha demostrado de qué pasta está hecho. «Aquí me tratan como en casa y me siento uno más», dice orgulloso Marco, quien no duda en afirmar que su gran referente es su propio hermano, el jugador del Cacereño Samu Manchón. «Aunque suene muy familiar, pero me fijo mucho en él y me da consejos sobre las cosas que hago dentro del campo», dice. 

Justice es otro que en poco tiempo supo demostrar su potencial para ganarse un hueco en la primera plantilla. Este jugador afincado en Sevilla llegó el pasado mercado invernal al juvenil de La Cruz procedente del fútbol inglés, pero pronto se dio cuenta de que había tomado una decisión correcta. «Es un gran salto de nivel, pero voy a trabajar lo máximo posible por tener minutos e integrarme en el equipo», dice el delantero. «Soy consciente de que no será fácil jugar mucho con la edad que tengo porque hay muchos jugadores con más experiencia en la categoría, pero debo fijarme en ellos para saber qué es lo que hacen bien para mejorar», apostilla este joven jugador criado en las inferiores del Castilleja sevillano. 

Los cuatro jugadores ya han tenido minutos en los dos partidos que el Villanovense ha disputado esta pretemporada en las poco más de dos semanas que llevan de trabajo los pupilos de Malo Cano, que les mima para ayudarles en su formación como jugadores de la primera plantilla. Pero lo que sí parece estar claro es que el legado de los Pajuelo, Javi Sánchez o José María Tapia quedará a buen recaudo en los canteranos que forjaron en La Cruz Villanovense el carácter competitivo y de entrega que caracteriza al primer equipo de Villanueva.

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