El extremeño Álvaro Martín, que revalidó en el Europeo de Múnich su corona continental de los 20 kilómetros marcha de hace cuatro años en Berlín, aseguró que esta medalla de oro está "bien" pero que le "queda la espina" del reciente Mundial de Eugene, en el que finalizó séptimo.

El atleta de Llerena, de 28 años, se llevó la victoria en una carrera que tuvo controlada desde el principio y en la que registró un tiempo de 1h19:11, su mejor marca personal. Segundo fue el sueco Perseus Karlstrom, número uno del ránking continental.

"Veía que Perseus iba sufriendo y en el kilómetro 16 quise dar un ataque más psicológico que físico. Me llevé a Diego García Carrera, porque aunque Perseus es amigo nuestro, nos lo queríamos cargar. Lo conseguimos y yo intenté mantener la distancia como primero porque quería regalarme los últimos cien metros para disfrutar con la gente y la familia", dijo Álvaro Martín al término de la carrera.

Los últimos cinco kilómetros los afrontó el corredor extremeño con dos amonestaciones, a solo una de tener que parar dos minutos como sanción.

"Tenía que mantener la distancia, no apretar y llegar a meta lo mejor posible. Al final incluso hice marca personal. Sabía que podía ir tirando fuerte pero el tiempo es lo de menos. Lo importante es el título. El equipo español de marcha es lo importante", apuntó.

Álvaro Martín dijo estar "feliz" por el oro del Europeo pero también recordó que sus expectativas para el reciente Mundial de Oregon eran mayores. Finalizó séptimo fuera del podio.

"Quiero destacar que aquí no me encontré como me tenía que haber encontrado en el Mundial en esos últimos kilómetros. Está bien ganar el Europeo pero me quedo con la espina del Mundial. No fue un fracaso pero esperaba más que el séptimo puesto", señaló.

"Ser séptimo esta bien pero quiero pelear por más. El año que viene hay Mundial y vaya el español que vaya espero que saque la medalla que necesita España. Hay que seguir disfrutando de la marcha española. La idea es que con el tiempo mi nombre se borre y otros mantengan la marcha, la tradición y las grandes leyendas que hemos tenido. El atletismo español no es solo presente y pasado, sino también futuro", concluyó.