Por segundo día consecutivo, Extremadura se echó a las carreteras para seguir la Vuelta a España. La gran afición por el ciclismo que hay en la comunidad, o simplemente curiosidad, animó a muchos extremeños a disfrutar de su día autonómico de una manera diferente, desde la salida en Trujillo --no se pudo hacer en la plaza por el inmenso dispositivo que conlleva-- a la llegada en el Alto de Piornal. Muchísima gente en las cunetas, ayudado por el hecho de ser festivo.
Guillermo Fernández Vara, presidente de la Junta, no faltó, así como la consejera de Cultura, Turismo y Deportes, Nuria Flores, y el director general de Deportes, Dan de Sande. El balance de este último resultó prácticamente inmejorable «por varias razones». «Las etapas han sido lo suficientemente interesantes. Y hemos recibido la felicitación de la organización porque se han cumplido las expectativas que tenían. El público se ha comportado cívicamente, siguiendo las normas, al igual que el año pasado en el Pico Villuercas», comentó.
Las administraciones han terminado contentas. «Los alcaldes de las localidades de paso con los que he podido hablar están encantados. Había personas de a pie que en Piornal hasta nos han dicho que querían contribuir económicamente a que la Vuelta volviese el año que viene», contó De Sande, que elogió la coordinación entre la Junta y las dos diputaciones provinciales, las que llevan el peso financiero de traer la Vuelta.
El seguimiento en televisión --un millón de espectadores y un 12% de cuota de pantalla en la primera de las dos jornadas extremeñas-- también ha dejado satisfechos a todos en cuanto a la difusión de la imagen de la comunidad autónoma.
No será fácil que haya un cuarto año consecutivo de la Vuelta a España por Extremadura, aunque sí se han iniciado conversaciones para que vuelva a pasar a medio plazo. La baza es que el deseo de internacionalización que tiene la ronda, como ha sucedido este año con la salida en Países Bajos: la cercanía con Portugal puede ayudar muchísimo en el futuro. H
