3-Mérida AD: Javi Montoya, Felipe Alfonso (Sandoval, min.57), Nacho González, Bonaque, Álvaro Ramón, Acosta, Meléndez (Viñuela, min.80), Larrubia (Erik Ruiz, min. 80), Nando Copete (Artiles, min.70), Lolo Plá (Benjamín Garay, min.57) y Carlos Cinta.
3-Algeciras: Juan Flere, Albarrán, Van Rijn, Jordi Figueras, Tomás (Alejandro Benítez, min.46), Trujillo, Mena (Unai Veiga, min.91), Serrano (Rubén), David Martín (Elejalde, min.46), Álvaro Romero y Roni (Mizzian, min.70).
Goles: 1-0 Bonaque (penalti), min.22; 2-0 Larrubia, min.34; 2-1 Mena, min.39; 2-2 Elejalde, min. 49; 3-2 Nacho González, min.62; 3-3 Álvaro Romero, min.63.
Árbitro: Fernando Bueno Prieto. Madrileño. Amonestó a los locales Acosta y Carlos Cinta, y a los visitantes Jordi Figueras y Roni. Expulsó con doble amarilla a Benjamín Garay, en el minuto 76, y Bonaque, en el 86, además del entrenador local, Juanma Barrero. También expulsó con roja directa al visitante Álvaro Romero en el minuto 86.
Incidencias: Estadio Romano José Fouto. 2.436 espectadores (cifra oficial).
Seis goles, cuatro expulsiones y dos penaltis son algunos de los ingredientes que tuvo el apasionante encuentro que protagonizaron Mérida y Algeciras (3-3). Los dos equipos pudieron ganar o perder y al final, empataron, y dejaron un gran espectáculo sobre el tapate del Romano José Fouto.
La primera parte fue claramente de dominio local. A los tres minutos, Carlos Cinta se inventa una asistencia perfecta para Nando Copete que se planta ante el portero, pero su disparo ajustado se va fuera por poco. A partir de ahí, el Mérida fue mejor, aunque los visitantes a balón parado, principalmente en saques de esquina, tuvieron ocasión de colgar balones al área aunque sin peligro.
En cada partido, Cinta crece aún más, si anteriormente se disfrazaba de asistente, ahora tiraba de toda la picardía que le confiere la calle para provocar un penalti en una jugada que arrancaba con él, conseguía controlar y descargar hacía atrás, el balón caía a la izquierda y el pase filtrado muy bien medido por el delantero, hacía lo justo para tocar antes de que llegara el portero para que este se lo llevara por delante. Bonaque sería el encargado de ejecutar la pena máxima.
Los locales se aprovecharon del buen momento en el que se encontraban para seguir dominando y, doce minutos después, en un balón largo sin aparente peligro, Larrubia le come la tostada a Tomás Sánchez, se planta ante el portero, pero Flere la salva con el pie, parecía que todo había acabado, pero de nuevo el extremo romano caricaturiza al lateral robándole la pelota dentro del área y marcando a puerta vacía.
El resultado daba tranquilidad a la parroquia romana que además veía como la diferencia podía ser aún mayor solo dos minutos después, cuando Lolo Plá habilitó a Carlos Cinta, este hizo jugada de extremo como mandan los cánones, puso el pase de la muerte y, primero Larrubia y después Nando Copete, no conseguían meter el tercero con todo a favor.
Se llegaba a los últimos minutos del primer acto y para los de Barrero era muy importante llegar con la ventaja de dos goles al descanso para afrontar la segunda mitad, sin embargo, en esta categoría la calidad individual en todos los equipos brilla en los momentos oportunos. Este fue el caso de Mena, cuando peor estaban los suyos, lanzó un zapatazo desde lejos, imparable, dando en la parte inferior del larguero pegado a la escuadra para ponerle emoción al choque.
Segunda parte
En la reanudación, Iván Ania, técnico algecireño, sabía que su equipo había sufrido en el flanco zurdo y lo cambió entero, dando entrada a Alejandro Benítez, un lateral derecho para jugar en la izquierda y tapar la zurda de Larrubia, y a Elejalde en punta, haciendo caer a la izquierda a Álvaro Romero.
La jugada le salió perfecta, pues en la primera acción del propio Elejalde provocó una jugada que protestó como penalti, para cuatro minutos después conseguir el empate al aprovechar un balón mal defendido.
El Mérida había salido dormido tras la reanudación y veía como en dos acciones les habían empatado el partido. A partir del empate, el partido se rompe, con muchos acercamientos a ambas áreas, aunque sin ocasiones claras. También el árbitro empieza a tener su protagonismo con una falta de criterio uniforme.
Dentro del descontrol que le daba atractivo al choque, Nacho González aprovechó un balón suelto dentro del área, tras un saque de esquina, para volver a adelantar a los locales, sin embargo, la alegría solo duró un minuto, pues en la acción siguiente, sería Álvaro Romero desde la frontal el que volvería a poner las tablas.
La gran diferencia entre este encuentro y otros para los locales, es que, por primera vez en mucho tiempo, los jugadores que han entrado desde el banquillo no han mejorado al equipo. Especialmente señalados quedan Garay, que entró en el 57 por Pipe lesionado y fue expulsado por dos acciones con Romero solo 19 minutos después, y Viñuela, que en su primera acción provocó un penalti muy claro en el minuto 84, con el Mérida ya con diez por la expulsión del propio Garay.
En el fútbol se necesita muy poco para pasar de héroe a villano. Álvaro Romero había marcado el empate, había provocado la expulsión del lateral del Mérida y estaba ante la oportunidad del gol de la victoria de los suyos, pero quiso lanzar el penalti a lo Panenka, Javi Montoya se lo leyó y detuvo en dos tiempos, algo que se celebró como un gol en la grada.
Todavía restaban seis minutos más el alargue pero existía la sensación de que podía ocurrir más cosas y las hubo: Bonaque se vio obligado a agarrar a Romero pero supo provocar la agresión del media punta, por lo que el central fue expulsado por su segunda amarilla y el rival con roja directa, es decir, nueve contra diez acabaría el choque que apunto estuvo de tener un final feliz, si Cinta hubiera acertado en un remate de primeras tras un centro de Sandoval.
Al final, segundo empate consecutivo en casa de los romanos, de nuevo en un partido muy entretenido para la afición que ve cómo su equipo puede competir con cualquiera hasta el momento, acumulando ya ocho jornadas seguidas puntuando.
Barrero: "Nos podíamos haber ido 3-0 al descanso"
Juanma Barrero, entrenador del Mérida, definía el partido como “muy bonito para el espectador pero no tanto para los entrenadores”.
El entrenador del conjunto local añadió en su valoración final del encuentro de este domingo que «en la primera parte nos podíamos haber ido con 3-0 al descanso y después de tenerla nos cae un golazo. En la segunda parte, ellos han hecho cambios y se ha vuelto partido un poco loco, pero quizá tocaba estar más replegado pero no hemos conseguido enganchar esa contra». Además de todo ello el técnico quiso “destacar el espíritu de este equipo, que compite y se agarra, le pegan y se levanta, le pegan y se levanta, no pone excusas y pelea todo lo que está en su mano».
Mientras tanto, el entrenador de Algeciras, Iván Ania, entendía tras el partido que había existido “una parte para cada equipo, la primera para ellos y la segunda para nosotros”, reconociendo además que el gol que el acercaba en el marcador con el dos a cer «nos dio vida».
En la segunda parte, apuntó el técnico visitante en sala de prensa, «meter dos delanteros y presionar más arriba nos vino bien. En el descanso teníamos claro por dónde nos estaban haciendo daño, lo modificamos y la sensación fue mejor». En definitiva, con el empate «te vas con la sensación positiva de haber ganado un punto, pero con la negativa de la primera parte y de que necesitar cuatro goles para ganar un partido fuera de casa no puede ser».