Desde que el Villarreal ascendió por primera vez a Primera División en 1998 hasta nuestros días han pasado casi 25 años, tiempo para ver en nuestra región a tres equipos distintos del Extremadura (CF, UD y CD), tres equipos distintos del Mérida (CP, UD y AD) y otros dos del Badajoz (CD y 1905 actual). Hablamos de tres equipos de fútbol de las ciudades que más alto han volado. Y de poblaciones, en dos de los casos, mayores que Villlarreal. El dato lo dice todo.
El sábado, en el Francisco de la Hera, el euro Villarreal será rival del Santa Amalia en un enfrentamiento histórico para los amalienses en la primera ronda de la Copa del Rey. Alguien que conoce muy bien al equipo amarillo es Javi Bayón, entrenador natural de Mérida que está vinculado al club castellonense formando parte de su red de scouting por toda España. Bayón lleva varios años trabajando para el Villarreal y está entusiasmado con su manera de gestionar el club.
«Siempre he comentado que el Villarreal es un modelo a seguir para el fútbol extremeño. Hablamos de una población pequeña, de similares características a las poblaciones importantes que tenemos en Extremadura. La diferencia es que en Villarreal se han creado bases sólidas, con una programación marcada y, por supuesto, sin romper un equilibrio económico. Apuesta mucho por los departamentos del fútbol base para luego recoger frutos en el primer equipo. Es un modelo envidiable», asegura.
Bayón trabaja en el análisis de partidos de cantera. Examina una media de ocho partidos por fin de semana. «Buscamos chavales con talento que pueda potenciarlo nuestra metodología. Hoy día, contamos con muchos internacionales con España en la cantera. Invertir en fútbol base es siempre más accesible y económico para este tipo de clubes. El Villarreal nunca vive por encima de sus posibilidades. Y ese hecho es parte de su éxito».
Destaca el trabajo a la cabeza de Fernando Roig y de José Manuel Llaneza, al que considera el «alma» de ese modelo de trabajo. «Allí los jugadores del primer equipo y los canteranos comparten todo, el comedor, el día a día. Es un club familiar capaz de ser grande al mismo tiempo».
Pero hay más. «Independientemente de quien llegue como entrenador o director deportivo, hay una idea y un modelo al que se tiene que adaptar. Podrá imponer ciertas ideas, pero hay un modelo a seguir. Eso nos falta en Extremadura, donde vivimos acostumbrados a recibir a gente con intereses que, cuando los sacian, se marchan y lo dejan todo como un solar. En eso, los culpables somos los extremeños, por no imponer nuestras normas y potenciar un modelo o producto. Aquí, hay talento igual o más que en Villarreal o en otras comunidades, pero está muy mal aprovechado. Muchos creen que el que viene de fuera sabe más que nosotros. Y eso te puede asegurar que no es verdad».
Enamorado del fútbol, Bayón también echa de menos los banquillos, pero tiene claro que es incompatible ahora con su labor. Sabe que algún día podrá volver a entrenar, «pero sobre todo me gusta que los jugadores jueguen al fútbol entendiéndolo. Que huyan de los estereotipos de la mala suerte o las sensaciones. En el fútbol no hay nada abierto a la suerte. Todo se puede trabajar». De momento, disfrutará de la llegada de su Villarreal a Extremadura, en un partido en el que se esperan casi 8.000 espectadores.
