El Periódico Extremadura

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Fútbol. Copa del Rey

El Cacereño se come al Córdoba

El equipo de Julio Cobos da un monumental baño al andaluz y se clasifica para la siguiente ronda, en la que espera un Primera

Euforia final de los futbolistas y la afición de Preferencia. Carla Graw

3-Cacereño: Iván Moreno, Luis Aguado (Pedro, min 67), José Martínez, Manuel Molina, Samu Gomis, Clausí, Telles, Samu Manchón (min. 80,Ruymán), Carmelo (min. 57, Karim), Iván Fernández (min. 80, Garci) y Solano (min. 67, David Grande).

0-Córdoba: Felipe Ramos, Jorge Moreno, Alonso (min. 46, Simo), José Cruz, Diarra, Cristian (Calderón, min. 46), Cedric (Alex Bernal, min. 46), Carlos Puga, Kike Márquez (min. 58, De las Cuevas), Adrián Fuentes, Sergio Benito (min. 58, Willy).

Goles: 1-0-Min. 9:Iván Fernández 2-0-Min. 45: Rubén Solano, de penalti. 3-0-Min. 83:Garci.

Árbitro: Alfonso Vicente Moral (Castilla-León).Tarjetas a los locales Luis Aguado, Samu Gomis, Clausí y Pedro y al visitante Jorge Moreno.

Incidencias: Partido de la primera ronda de la Copa del Rey disputado en el Príncipe Felipe ante la presencia de 3.127 espectadores (cifra oficial). Minuto de silencio por el fallecimiento del padre del portero del Cacereño Alfonso. Presencia de seguidores visitantes.

Memorable el festín, impresionante el espectáculo. El Cacereño se comió al Córdoba (3-0) en un duelo para el recuerdo, de esos que dejan huella para los restos. Sin duda, un encuentro de los más vistosos y vibrantes que se han vivido en el Príncipe Felipe en lo que va de siglo. En un excepcional ejercicio futbolístico, el equipo de Julio Cobos redujo a la mínima expresión al líder de Primera Federación en un partido entre ciudades monumentales, pero en el que el verdadero patrimonio de sello de alta escuela lo puso el decano extremeño. Qué noche, qué victoria, qué deleite. 

Espera un Primera División a la vuelta de la esquina. Seguirá disfrutando una afición históricamente sufridora que merece que le lleguen días festivos. Julio Cobos confirmó su idilio con la Copa del Rey, su competición fetiche, con decisiones que demostraron su más que acreditado oficio y entendimiento de lo táctico. ¿Qué tiene que hacer más el de Valdehornillos para que se le reconozca como merece su trabajo?

Yeso que todo empezó con susto. A los tres minutos, Sergio Benito tuvo una ocasión mollar en una contra tras conducción de Fuentes, que remató el exjugador del Badajoz al cuerpo de Iván Moreno, salvador in extremis del tanto. Reaccionaron bien los locales con acción individual de Luis Aguado, cuyo lanzamiento acabó fuera. Se intuía que habría sobresaliente actuación coral de los locales.

El instinto goleador de Iván Fernández, algo que le ha caracterizado desde su época juvenil (los killers de verdad siempre serán killers), se evidenció en el minuto 9. Jugadón del 7 verde, con caño incluido, y tanto espectacular con la izquierda. Qué gol.

El propio Iván Fernández volvió a repetir la gloria del gol tras asistencia de Samu Manchón. Rondaban los primeros 20 minutos y el CPCmandaba. Carmelo flirteó después con otra diana después de brindar varias acciones individuales exquisitas. Se recuperó al extremo para la causa. Calidad individual le sobra.

José Martínez remató al larguero un maravilloso centro de Samu Gomis en el 28. Nada podía salir mal. El Cacereño estaba varios cuerpos por encima del Córdoba, patrimonializando el balón y las ocasiones. En la grada se percibía que algo bueno, muy bueno, iba a pasar en el vetusto recinto de la carretera de Salamanca.

Se desesperezó el Córdoba, era lógico antes del asueto, pero de nuevo fue el decano extremeño el que dispuso de una ocasión palmaria con el disparo de zurda de Aguado que casi se le cuela a Felipe Ramos entre el cuerpo.

Penalti de talento

Y en esa dinámica de que la noche pintaba bien, penalti tras enorme maniobra con el cuerpo de Samu Manchón. Transformó Rubén Solano. Se caía el Príncipe Felipe (2-0, min. 45) tras un primer acto para los anales de la historia copera del CPC. Sonaba después Raphael y la ‘gran noche’. Normal. Evidente.

Cambió Germán Crespo a tres de golpe tras el intermedio. Una jugada ensayada terminó en gol anulado a los visitantes por mano en la melé formada alrededor de la meta verde. Había salido en la continuación muy en serio en Córdoba, con un Simo tan rápido como indetectable, pero el insaciable Iván Fernández lanzó al poste en inmejorable coyuntura para anotar avisando de que lo mejor estaba por llegar. A renglón seguido la tuvo el incisivo Samu Manchón, que lanzó al cuerpo del meta cordobés.

Salieron De las Cuevas y Willy y el cuadro cordobés lanzó al larguero por medio de Carlos Puga a continuación. Los recambios no arreglaron los desajustes cordobeses en una noche de aplastante superioridad cacereña.

Cobos, inteligente, retiró a Luis Aguado, en claro peligro de expulsión por su tarjeta y la rapidez de Simo. Había que aguantar porque la diferencia podía enjugarse. Volvió a marcar y a anulársele el gol el Córdoba, esta vez por fuera de juego. Sí se podía.

El éxtasis llegaría después. Robó el CPC, el balón le llega a David Grande, que sirvió a Garci para que éste hiciera el 3-0. Fin del partido, inicio de una inusual fiesta en la grada y después en el exterior del estadio. El Cacereño lo había conseguido desafiando a su mal fario. Tremendo.

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