La esperanza para el fútbol extremeño de Segunda Federación se pinta de color verde, nunca mejor dicho. Y ese no es otro que el verde oscuro del Cacereño, que mantiene la estela del líder Melilla, pero con un puntito de experiencia que puede ser determinante a largo plazo. El resto de equipos extremeños navegan buscando cierta regularidad rebasado el ecuador de la primera vuelta, todos más pendientes de evadir las cinco últimas plazas que de buscar algo más.
Este Cacereño, que partía sin nombres mediáticos en su plantilla, ilusiona tanto o más que el del pasado año. Quién lo diría. Por momentos, juega con exquisita brillantez, como la primera parte exhibida el pasado fin de semana en el Príncipe Felipe ante el Atlético B, al que fundió en juego y ocasiones. Fue un 3-0, pero pudo ser mucho más. Manchón e Iván volvieron a mojar y comparten pichichi cacereño con tres goles cada uno. El almendralejense asume galones tomando el penalti que hace unas semanas fue cosa de Solano. Pinta bien el equipo de Cobos, cumpliendo en Liga y Copa una temporada más.
Va tomando cierta regularidad el Villanovense, que ganó sobre la bocina con mucho trabajo al Estepona gracias a un gol del moldavo Dan Ojog, cuyo concurso había sido testimonial hasta la fecha. Todavía le falta a este Villanovense ser más contundente en área contraria. Derrocha demasiadas oportunidades en ataque. Eso sí, sin hacer una temporada lúcida, ya va séptimo. A un punto del playoff. La experiencia de un equipo que siempre está ahí, a las puertas de todo.
Cae a mitad de tabla el Coria, al que le faltó mucha contundencia en las áreas, tanto en la propia como en la contraria, en Navalcarnero. Encadena cinco partidos sin ganar y le tocará reaccionar ante el líder Melilla en La Isla la próxima semana. Y eso con la Real Sociedad en el trasfondo de la Copa. Para no despistarse ni un pelo, a un punto del descenso.
El que sí ha reaccionado, sin hacer mucho ruido, es el Montijo, que sumó por primera vez esta temporada dos victorias seguidas tras cosechar la primera fuera de casa en campo del Alcorconón B. Hay varias buenas noticias para los de Marrero. Por un lado, la inercia goleadora de Cristo, que siempre cumple. Otro chicharro y ya van cinco este año, segundo máximo goleador del grupo. Otra buena noticia es mantener la puerta a cero, algo que le encanta a Marrero. Para ello habrá que tener en cuenta casi como gol a favor el tanto que sacó Pedro Toro de cabeza a lo Carles Puyol. Véanlo si pueden por la televisión. Colosal.
La peor racha sin ganar en liga la ostenta el Diocesano: siete partidos. Ante el Unión Adarve salieron tablas en una partida que se volvió loca en los minutos finales. Le cuesta mantener el control de los partidos a los de Adolfo Senso, lejos de lo puntual de la Copa del Rey.
Y sigue en alerta máxima el Don Benito, que perdió 3-0 en Melilla lastrado por un error poco habitual de uno de los que no acostumbra: su portero Seba Gil. Todo se le vuelve en contra a un equipo que está muy tocado en lo anímico y que ve cómo el vagón de la salvación se aleja.
