Sasa Borovnjak fue titular con su todavía equipo, el HLA Alicante, en la pista del Guuk Gipuzkoa, y jugó 16:23 minutos (8 puntos y 2 rebotes), pero que nadie se engañe porque sus horas en el equipo levantino terminarán pronto. Ni él está a gusto con su papel ni el cuerpo técnico con su actitud. Ahí es donde entra el Cáceres Patrimonio, que espera que culminen las negociaciones que están abiertas para la rescisión del contrato para firmarle uno nuevo hasta final de temporada al menor coste posible. Dependerá de lo que jugador y Alicante pacten.
Borovnjak (luso-serbio de 33 años y 2,06 de estatura) es considerado el hombre ideal para completar el juego interior verdinegro, ahora reducido a Kevin Bercy, Vaidas Cepukaitis y Julen Olaizola, además de los minutos concretos de Kostas Vasileaidis y Carlos Toledo como ‘4’. Se trata de un jugador experimentado al máximo y orientado al ataque, en la línea de las dos últimas incorporaciones, Kenny Hasbrouck y el propio Vasileiadis, con un perfil que por ahora no hay en la plantilla:experto en jugar al poste y generar espacios.
Hay quien la da por hecha, pero no se trata de una operación sencilla. La cotización de Borovnjak, posiblemente la más alta de la plantilla alicantina, no hubiese podido ser asumida en condiciones normales por el Cáceres, pero si viene aligerada por la cuantía de la rescisión no sería tan difícil ficharle.
El club extremeño respira optimismo, pero con los pies en el suelo porque perder el viernes ante el Melilla fue una posibilidad tangible hasta muy poco para el final del partido. Con un poco más de media temporada regular por delante y muchos equipos implicados en la zona de abajo, se es consciente de que todavía queda pelear mucho para conseguir la permanencia, borrando el flojo primer tramo de competición que se ha protagonizado. La próxima parada, el sábado en Valladolid.