Fútbol. Segunda Federación

Fran Gómez, el moldeador de futbolistas del Coria

Jugador, cronista, encargado de la web, masajista... el preparador físico del club celeste ha hecho de casi todo entorno al fútbol | «Empecé con miedo, pero en el Coria estoy disfrutando y aprendiendo mucho», cuenta

Fran Gómez, derecha, con parte del cuerpo técnico del Coria detrás.

Fran Gómez, derecha, con parte del cuerpo técnico del Coria detrás. / CD CORIA

Es el hombre de la eterna sonrisa. El que vive los partidos con tanta pasión que es capaz de gritarle al árbitro asistente un «línea, que nervioso estoy» después de que su equipo marque y contagiar esa sonrisa suya a sus compañeros de banquillo. Y seguro que también al colegiado. Es Francisco Gómez Cabezas (Cáceres, 13 de mayo de 1981), Fran Gómez, preparador físico del Coria desde el pasado septiembre y que vive con máxima intensidad cada partido.

Fran, a secas, como le llaman todos los jugadores del Coria «menos Cera, que me llama Francisco y me suena rarísimo» y algún que otro gracioso que se refiere a él como Pintus --por el famoso preparador físico italiano que ha pasado por algunos de los mejores clubs de Europa («ojala»)--, es indudablemente un hombre de fútbol. Ha hecho de casi todo lo que se puede hacer entorno al balompié.

Lo primero, claro, futbolista. Empezó a jugar en el Arroyo (uno de sus pueblos, el otro es Torremocha), donde su primer entrenador fue, recuerda, Emilio Pajares, hoy presidente del club. Pasó después por la cantera del Cacereño y en Tercera División, una larga lista de equipos copan su currículum: Arroyo, San Federico (Madrid), Miajadas, Coria, Moralo («creo que ahí marqué el gol 2.000 del club»), Plasencia («solo hice la pretemporada»), Malpartida y, de nuevo, Arroyo, donde colgó las botas y llegó a pelear por el ascenso a Segunda B.

Un joven Fran Gómez celebra un gol con el Arroyo, en 2010.

Un joven Fran Gómez celebra un gol con el Arroyo, en 2010. / JOSE MANUEL RUBIO

Cronista de fútbol

En el club arroyano, cuando aún era jugador, también fue el encargado de la página web y el que hacía las crónicas de los partidos. «No había nadie que lo hiciera, había que ayudar». Y fue precisamente en Arroyo donde comenzó su carrera de preparador físico. «Fue con Javi Moreno, Patete. Fue él quien me dio la primera oportunidad», recuerda, agradecido, Fran Gómez. Después también formó parte del cuerpo técnico de Miguel Ángel Ávila, con el que ahora ha vuelto a coincidir en el Coria. «Somos compañeros de habitación en los desplazamientos, nuestra relación es muy buena». Además de ser preparador físico también le ha tocado dar masajes en más de una ocasión (es también quiromasajista).

El trabajo y la necesidad de prepararse unas oposiciones le llevaron a dejar las labores de preparador físico en el Arroyo. Pero el pasado verano recibió una oferta del Amanecer (Primera Extremeña) para volver. Animado por su pareja y, tras meditarlo, aceptó. Hizo la pretemporada con el club de Sierra de Fuentes y en septiembre surgió la oportunidad de ir al Coria, «¡un club de Segunda Federación!. No me lo pensé mucho, aunque debo reconocer que me costó tomar la decisión».

«Era un cambio muy grande, empecé con miedo», reconoce Fran. «En el Coria hay jugadores que han estado en Segunda División y otros que vienen de filiales».

Cerrar el círculo

Volver al Coria, donde ya estuvo como futbolista, era una forma de cerrar el círculo. «Tengo una espina clavada porque de futbolista no pude ayudar a este club a conseguir los objetivos». Una grave lesión durante un partido contra el Cacereño se lo impidió. «Ahora sí puedo hacerlo como preparador físico, la vida me ha dado esta nueva oportunidad».

En Coria, superados esos nervios y miedos iniciales, está «disfrutando y aprendiendo mucho». También currando bastante, porque compatibiliza sus labores de preparador físico con la enseñanza en el instituto Al-Qázeres, donde es profesor a media jornada, y la crianza de sus dos hijos, un niño de 7 años y una niña de 2. Pero nada hace desaparecer la sonrisa de su rostro.

Fran Gómez, sonriente, durante un entrenamiento del Coria.

Fran Gómez, sonriente, durante un entrenamiento del Coria. / CD CORIA

Además de encargarse de que el tono físico de los futbolistas sea el mejor, Fran también hace un poco de confidente de los jugadores. Por cierto, con uno de ellos, con Asiel, coincidió siendo futbolista (en el Moralo). «Hablo mucho con ellos, les escucho. Hemos tenido muchos problemas de lesiones (traumáticas, ¡eh!, de golpes durante los partidos) y trato de darles ánimos, porque yo he pasado por lo mismo». 

El Coria está recuperando jugadores y eso, dice, se está notando también en el día a día, aunque el resultado el pasado domingo en Segovia ante la Gimnástica no fuera el deseado (3-0). «Ahora hay que controlar las cargas de trabajo, estamos en el tramo final de la temporada y es ahí donde se deciden las cosas». 

La próxima parada del Coria es un derbi. Este domingo los celestes reciben a un Don Benito (La Isla, 17.00 horas) en progresión ascendente en su lucha por la permanencia. Siete puntos separan a los caurienses de los dombenitenses.