Un gol de Tete Morente en la prolongación permitió al Elche sumar este sábado un punto ante el Real Valladolid, que pagó su exceso de confianza y estuvo a punto incluso de perder un encuentro que tenía completamente controlado tras disputar los últimos minutos con ocho jugadores.

El partido, sin apenas intensidad y controlado por el conjunto de José Rojo ‘Pacheta’ con facilidad, se descosió de forma inesperada en el descuento, cuando el gol del Elche llegó acompañado de dos expulsiones que le dieron al equipo local la opción de sumar un triunfo que parecía imposible.

El partido comenzó de la peor manera posible para el Elche y de la mejor para el Valladolid, ya que en el minuto 4 un disparo de Larin, a pase de Olaza, acabó en la red tras golpear en Magallán ante la impotencia de Edgar Badía.

El tanto despertó al Elche, que segundos después y como un acto reflejo tuvo la opción de empatar tras una acción personal de Lucas Boyé que Asenjo neutralizó con gran parada. Tras el tiroteo inicial, el Real Valladolid bajó las revoluciones del juego estirando sus posesiones al ritmo que marcó Aguado.

El Elche, sin el vértigo ni la profundidad de otras ocasiones, encontró en las acciones a balón parado, como un lanzamiento de falta de Mascarell o un remate de cabeza de Boyé tras un saque de esquina, la posibilidad de rondar el área vallisoletana.

Con el paso de los minutos el Elche adelantó líneas, aunque sin crear peligro, ante un Valladolid que se conformó con manejar el balón sin ambición ni profundidad.

El partido fue perdiendo intensidad, posiblemente por el calor, que obligó a recuperar la pausa de hidratación, tras la que regresó mejor el Valladolid.

El conjunto de Pacheta volvió a estar cerca del gol en una acción en la que Larin, con todo a favor, no supo controlar y resolver ante Badía en la última acción de peligro del primer periodo.

El Elche no mejoró tras el descanso pese a la entrada al campo de Tete Morente y Ponce, y el Valladolid, poco exigido, se animó a mostrarse algo más ambicioso con un Aguado omnipresente en la elaboración y Larin siempre amenazante en punta. El encuentro se fue consumiendo sin que pasara nada en las áreas hasta que una doble oportunidad protagonizada por Morente y Boyé, abortada por Asenjo, encendió de nuevo la chispa ilicitana.

El Elche, espoleado por su afición, se fue arriba con todo y comenzó a producir llegadas y centros al área, aunque sin remate. La nueva pausa de hidratación, protestada por los jugadores del Elche, y la experiencia del Valladolid, que supo anestesiar el juego en los últimos minutos con cambios y pérdidas de tiempo, neutralizó el arreón local.

El Elche, huérfano de fútbol, tiró de casta hasta el final ante el Valladolid, en inferioridad por la lesión de Machis. El gol de Morente, tras un rebote, en el minuto 95 premió el tesón local y descentró al Valladolid, que perdió en una tangana poco después a Hongla y Roque Mesa, expulsados. El Elche, desatado, se fue a por el partido y tuvo la opción de ganar con un disparo de Guti que atrapó Asenjo. El punto final fue una leve recompensa al equipo ilicitano y un duro castigo al Valladolid, que pagó con el empate su falta de ambición en la segunda parte.