Automovilismo

Juanmi Amaya, un tricampeón todocamino

Este cacereño suma con sólo 25 años tres títulos nacionales como copiloto en pruebas todoterreno y desde jueves competirá en el 71 Rally Costa Brava ya como piloto

Juanmi Amaya.

Juanmi Amaya. / CEDIDA

¿Quién no ha visto a un bebe en su carrito de paseo quedarse embobado cuando escucha el rugir de un motor? Uno de esos niños era Juan Miguel Juanmi Amaya (25 años, Cáceres), triple campeón de España de rallys todoterreno como copiloto (2018, 2020 y 2021) y que este 2023 inicia una nueva aventura, ya como piloto, que arranca este jueves en el 71 Rally Costa Brava.

Juanmi Amaya se pondrá a los mandos de un Audi 80 Quattro en un proyecto a largo plazo gracias al patrocinio de la empresa francesa Evolution Iberica XY (del mundo de la genética y la ganadería). «Nos han dicho que lo importante este año es que no nos matemos», dice de forma humorística este cacereño. A su lado está José Luis Rodríguez, director del equipo y su copiloto. «Estoy casado con una cacereña», cuenta él, aficionado de toda la vida al motor y de inicios tardíos en la competición. Tiene 63 años, compite desde hace tres. «A veces nos ven y dicen ‘mira, está con su padre’», cuenta Amaya, que no se detiene a corregir el error. Ríen ambos.

Audi 80 Quattro con el que competirá este año.

Audi 80 Quattro con el que competirá este año. / CEDIDA

Juntos quieren crecer a los mandos de este coche del año 93. «Vamos a participar en varios rallys del Campeonato de España, aunque inscritos en el marco de los regionales». El objetivo es hacerse lo mejor posible al vehículo para en un futuro no muy lejano competir cien por cien en el nacional. 

Los inicios de Juanmi

Seis años son los que lleva Juanmi compitiendo en el mundo de los rallys. Muchos más son los que le unen al mundo del motor. Con seis o siete años, recuerda, le regalaron su primer quad. «Era de 49 centímetros cúbicos (cc) y terminó rompiendo». Con 11 o 12 años llegó el siguiente, ya más potente (250cc). A esa edad, rememora, empezó a dedicar todo el dinero de su paga semanal («lo que me daba mi abuela») para comprar gasolina los viernes y pasar el fin de semana entero dando vueltas sobre el quad en un circuito improvisado en una finca familiar. El siguiente paso, ya con 15 años, fue uno quad de 400cc. Es el que aún conserva.

Por sus venas ya corría tanta sangre como gasolina cuando un amigo, Rubén Ávila, le planteó la posibilidad de competir en un rally con un coche de serie. La respuesta fue sí. Y, cargados de ilusión y con sus pocos ahorros (que agotaron esa temporada), se lanzaron a la aventura en 2018. «Las dos primeras carreras, como es lógico, no nos fueron muy bien». A las pruebas iban ellos solos compitiendo contra equipos con estructuras completas. 

El primer nacional

Pero, en la tercera, un rally en tierras extremeñas, algo cambio. Con el apoyo de amigos y familia hicieron un segundo puesto. Solo era el aperitivo de lo que llegaría después: «A continuación ganamos varios rallys». Ahí logró su primer campeonato de España.

Al año siguiente, 2019, con las huchas vacías, Rubén y Juanmi tuvieron que separar caminos. «Este año corrí en la categoría más alta con un gran piloto italiano», rememora Amaya. Y también conoció al equipo Salru Competición, con el que acabaría compitiendo después.

El 2020 fue difícil. El covid lo complicó todo pero, superado el primer golpe de la pandemia, se celebraron algunas pruebas. Juanmi Amaya sumó el segundo título nacional para sus vitrinas. 

José Luis Rodríguez y Juanmi Amaya.

José Luis Rodríguez y Juanmi Amaya. / CEDIDA

Un paso al frente fue lo que dio en 2021, cuando con Salru Competición logró su tercer entorchado. Su equipo también se coronó. «Hay muy pocos pilotos, quizás ninguno, que pueda decir que con 25 años tiene tres campeonatos de España», recalca su copiloto de este año, José Luis Rodríguez, con quien le une una gran amistad desde 2018 labrada a lomos de un todoterreno y con muchas horas juntos por una afición común.

Ha sido Rodríguez el que este año le ha puesto un volante en las manos tras un 2022 de transición por estudios (Amaya se fue a Francia por su formación de comercio internacional). «Me llamó para contarme que gracias a un acuerdo con un amigo íntimo había conseguido el patrocinio de Evolution Iberica XY y me ofreció la posibilidad de ser el piloto del equipo. ¡No me lo podía creer!», reconoce a las puertas del debut en el rally de asfalto de la Costa Brava, en el que habrá 250 vehículos.

La complicidad entre ambos es total. No puede ser de otra forma cuando comparten vehículo en una competición. «¿Que qué se siente como copiloto? Aparte de la confianza total en el piloto, entras en una especie de modo túnel durante todos los kilómetros que dure la prueba y estás totalmente centrado en tu labor». ¿Y como piloto? «Eso lo contaré después de este rally», señala Juanmi Amaya, que está como aquel niño que se quedaba embobado con el rugir de los motores ante el inminente estreno de la temporada.

Juanmi Amaya levanta el pulgar desde la posición de copilo.

Juanmi Amaya levanta el pulgar desde la posición de copilo. / CEDIDA

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