Fútbol. Segunda Federación

El Coria ya está metido de lleno en un lío

El equipo de Alberto Urquía, falto de ideas y carácter, confirma su cuesta abajo con una derrota ante el Cerdanyola (0-2)

Santi Luque pide tranquilidad durante el partido.

Santi Luque pide tranquilidad durante el partido. / CD CORIA

José María Ortiz

José María Ortiz

0 - Coria: Diego Mirón, Miguel Cera, Asiel (min. 79, Jon Aparicio), Mahíllo, Joserra (min. 86, Alexander), Deco, Sergio Gómez, Alberto Bernardo, Félix Ledesma (min. 58, Traver), Santi Luque (min. 58, Mercadal) y Nané (min. 58, Isma Cerro).

2 - Cerdanyola: Jagoba, Lucas (min. 82, Burno Perone), Manu Castillo, Guille Torres, Bora Barry (min. 77, Adam), Ronald Gbizie, Niko Kata (jin. 82, Marc Vicente), Padillo (in. 88, Dani Ruiz) Max (min. 79, Juanan) y Boris.

Goles: 0-1-Min. 29: Boris. 0-2-Min. 90+3: Boris.

Árbitro: Aitor Barrio Salas (Comité Vasco). Amarillas a los locales Miguel Cera. Félix Ledesma, Mahíllo y Deco y a los visitantes Adam, Ronald Gbizie, Lucas, Jagoba, y Guille Torres.

Incidencias: Encuentro de la jornada 26 del grupo 5 de la Segunda Federación disputado en LaIsla ante la presencia de 1621 espectadores (cifra oficial). Día de homenaje a la cantera. Césped en muy buen estado. 

El Coria ya está metido de lleno en el lío que no quería. Su trayectoria de la segunda vuelta no invitaba a nada saludable, pero el argumento del colchón de puntos coleccionado en la primera vuelta tenía validez hasta este domingo. Sin embargo, la justa derrota ante el Cerdanyola (0-2) ha encendido definitivamente las alarmas. Este equipo va a pelear por no descender tras confirmarse una nefasta dinámica, con cifras malévolas: un partido ganado de los últimos diez y seis jornadas sin vencer, entre otras variables nada halagüeñas.

El equipo celeste, un cuadro humilde de la categoría, debería tener ese destino cada año. Lo inusual es que, por segundo año consecutivo, hubiera luchado por jugar por el ascenso a Primera Federación. Pero el bajón de los extremeños le ha conducido no a las catacumbas, pero sí con muchas papeletas para pasarlas canutas y generar síntomas taquicárdicos a sus fieles. Ahora está en la frontera del infierno, con todo lo que ello supone.

Lo peor, en cualquier caso, mucho más allá de los muy malos números, son las sensaciones, que aún son peores. Desde el primer minuto se percibe que el Coria no está bien. Incluso que le falta carácter, una circunstancia imperdonable para un equipo de este perfil. Un par de andanadas catalanas advirtieron de un día duro en La Isla en un encuentro preparado para una fiesta posterior con la cantera. Se vivió el acontecimiento, pero no con la alegría que merecía la coyuntura.

GuilleTorres avisó antes de que sobrevinieran las malas noticias. La excelsa figura de Deco, un futbolista sobresaliente, de largo el mejor del Coria, era insuficiente para que el equipo de Alberto Urquía dominara los tiempos del partido. En un intercambio de golpes, era evidente que el Cerdanyola, muy bien reforzado en el mercado, estaría en mejor disposición de hacerse con los puntos.

El equipo de Óliver Bellabriga está dotado de un poderío físico muy por encima de la media del grupo 5 de Segunda Federación. De medio campo para adelante tiene un arsenal importante, con futbolistas notables, muy fornidos y con técnica nada despreciable. El Coria la tuvo en una acción en el que incluso Alberto Bernardo superó a Jagoba,pero no encontró portería (min. 18). Puro espejismo:los locales practicaban un fútbol demasiado timorato y previible en su desarrollo ofensivo.

A remar peor

En una contra mortal de necesidad, el rechace de un ‘vendido’ Diego Mirón le fue a los pies de Boris, que no perdonó (0-1, min. 29). El tanto ahondó en las dudas de un Coria convertido en un flan, con piernas pesadas y una mente superada por las circunstancias.

Tocaba remar y el cuadro celeste lo intentó, pero no con demasiada convicción. Enfrascado en discusiones bizantinas con los rivales y el árbitro, el código del fútbol no funciona demasiado bien desviando la mirada lejos del balón, que es el que te da réditos.

En el segundo acto, con el Cerdanyola agazapado, el dominio cauriense era lógico, pero apenas con lucidez en el último pase. Lo mejor fueron las intentonas de Cera por la derecha. 

Urquía agitó la coctelera dando entrada a Isma Cerro, Traver y Mercadal y pareció que aquello podía cambiar. De hecho, hubo alguna oportunidad diáfana, especialmente en una internada de Cera, rematada por Mercadal fuera en boca de gol. Asiel también estuvo cerca del 1-1, pero no era el día para ello.

El tiempo pasaba inexorable entre la tenue amenaza de los extremeños, con muy poca convicción. Es más, la sensación de peligro la daba más el Cerdanyola, en el que Padillo y Niko Kata, además de Boris, crearon un continuo pánico en las contras. Nada bueno podía ocurrir. Boris, en el alargue, sentenció un encuentro tras el cual el Coria se mete en el follón, da alas a un rival directo y acrecienta las dudas, con Alberto Urquía, hombre en el origen del éxito cauriense de los últimos años, ya muy cuestionado. La ley del fútbol.

Alberto Urquía: «La situación no es buena, la cabeza pesa»

«Está claro que no lo hacemos bien cuando no somos capaces de ganar, pero hay que ser optimistas. No porque lo diga yo, sino porque veo a los jugadores trabajar día a día. Estoy seguro que el equipo va a salir adelante». Así hablaba Alberto Urquía, entrenador del Coria, tras sumar un nuevo varapalo ante el Cerdanyola. «La situación no es buena», asumía, «la cabeza pesa. Cualquier china en el camino se hace una montaña». Al conjunto celeste le costó entrar en el partido, analizaba el preparador, que hablaba de alguna buena fase durante el segundo tiempo. «Está claro que mentalmente cualquier susto nos hace daño y lo pagamos, cuando se han puesto por delante la cabeza ya no iba igual», apuntaba insistiendo en el tema psicológico. De ese aspecto mental habló también el preparador del Cerdanyola, Oliver Ballabriga. «Nosotros hemos estado más tiempo ahí abajo y quizás nos resulta más fácil. Para ellos esta situación es nueva y quizás por eso les cueste más».

 Cambiar la dinámica, añadía Urquía, se consigue ganando, «tan sencillo y tan complicado. Hay que seguir insistiendo, reforzar lo que hacemos bien y corregir lo que hacemos mal». «Estos jugadores han hecho un tercio de campeonato bastante bueno, hay que conseguir que vuelvan a ser ellos mismos»

En cuanto a si cree que peligra su puesto en el banquillo del Coria, Alberto Urquía fue bastante escueto: «Eso no depende de nosotros (el cuerpo técnico), no me preocupa. Me preocupa la posición del equipo». J. J. TORBELLINO

Coria y cantera.

Coria y cantera. / CD CORIA

PRESENTACIÓN Y FIESTA DE LA CANTERA DEL CORIA

Coria q La Isla fue este domingo un hervidero de niños vestidos con los colores de su equipo, antes, durante y después del partido entre el Coria y el Cerdanyola. El conjunto celeste aprovechó la celebración del Día del Padre para la presentación oficial de su cantera, formada por 311 niños y niñas, una fiesta a la que solo le faltó el triunfo de los mayores en un partido clave para sus intereses (0-2). Antes del encuentro, los diferentes equipos, jugadores y entrenadores, desfilaron por el césped del estadio municipal cauriense para acabar haciéndose una foto todos juntos. Acompañando al once inicial que iba a jugar contra el conjunto catalán saltaron al terreno de juego los más pequeños del club. El momento se inmortalizó en la clásica foto de antes de cada encuentro. Tras el partido, pequeños y mayores pudieron disfrutar de diferentes actividades, la principal, el fútbol, con minipartidos a medio campo entre los menores y sus padres. Pero también había un par de hinchables para que los que no estaba corriendo detrás de un balón se divirtieran. Y para comer se prepararon varias paellas y también una ‘macarronada’, en la que colaboró uno de los patrocinadores del club, la firma local Cidacos. 

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