Fútbol base

Antonio Campos asume el mando de un Veracruz que iba camino de desaparecer

El histórico club de cantera cacereño había dejado ya de competir y acumulaba deudas, pero el protagonista espera reimpulsarlo

Antonio Campos, el pasado fin de semana en los campos Sergio Trejo.

Antonio Campos, el pasado fin de semana en los campos Sergio Trejo. / Cedida

José María Ortiz

José María Ortiz

Es un histórico entre los históricos del fútbol base de Cáceres, una entidad con un evidente ‘sabor a barrio’ , que tiene en el campo Sergio Trejo y su entorno su espacio vital y anímico. Su fundador, Saturnino Montero, ‘Satur’, falleció en 2017. El Atlético Cacereño Veracruz ha estado en proceso de disolución, pero el empeño personal de Antonio Campos, un exjugador y entrenador de la entidad, sigue dando vida al club.

El Veracruz sigue vivo gracias a Campos, que está formando una junta gestora o, como él mismo dice, «un equipo de trabajo», surgido después de una asamblea del pasado 6 de marzo que no auguraba nada bueno, y en cuyo orden del día se hablaba de ‘proceso de disolución’. «Contaré con personas que han mantenido relación con el club, así como otras pertenecientes al ámbito académico y profesional», dice el protagonista, que sucede a Miki Almirante. La situación era complicada: había deudas y sus equipos dejaron de jugar, pasando sus jovencísimos futbolistas a diferentes clubs.

"Mantendremos una visión muy social, que siempre ha caracterizado al club, que esperemos que siga como agente dinamizador de la vida vecinal y de la educación informal de los niños, niñas y jóvenes que en él participan", agrega Campos.

Vuelta a la competición

Entre los objetivos a corto plazo está solventar la situación económica «y volver a participar oficialmente en la competición». Del mismo modo, se pretende recuperar la participación en fútbol sala y desarrollar los equipos femeninos en ambas modalidades», dice el entusiasta Campos, que tiene en marcha proyectos humildes en Plasencia.

«A medio y largo plazo», enumera también Campos, «es intención organizar una competición deportiva de fútbol base, así como adecuar la sede del club como ‘espacio-memorial’ representativo de ‘Satu’ a través del fútbol que desarrolló a favor de los niños y jóvenes de Cáceres».

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