Así ha cambiado el Chelsea: del fútbol a todo gas de Tuchel al colegio de ricos de Lampard

La del miércoles será la tercera ocasión en la que el Real Madrid y el Chelsea se ven las caras en Champions desde 2021. No han pasado ni dos años desde que los blues consiguieron eliminar al rey de Europa con un 2-0 en Stamford Bridge, pero muchos elementos han variado. Desde la propiedad (de Roman Abramóvich a Todd Boehly) hasta el banquillo (de Thomas Tuchel a Frank Lampard, con Graham Potter entre ambos -además del interino Bruno Saltor-), pasando por una revolución de traspasos que no termina de cuajar.

En medio, la insurrecta eliminación en el Bernabéu con un gol de Karim Benzema. Un punto de coincidencia entre tanto cambio en Londres: el Chelsea que echó al Real Madrid el 4 de mayo de 2021 había vivido un cambio en el banquillo. Tuchel sustituyó en enero a Frank Lampard, quien ha retornado como solución hasta final de una temporada que todavía se inició con el germano en la sala de mandos. De lo que pase a partir de junio, con nombres como el de Luis Enrique citados, dependerá el destino en Champions.

Ocho titulares todavía en el Chelsea

El ahora entrenador del Bayern logró, en cuestión de meses, imponer su estilo. Llevó al Chelsea, frente al City de Guardiola, a su segunda Champions. Hasta ocho titulares en el Estadio do Dragao se mantienen en la estructura del club (Mendy, James, Azpilicueta, Thiago, Chilwell, Kanté, Havertz y Mount), aunque en algunos casos con un protagonismo diferente.

Por ejemplo, Kai Havertz, autor del gol en aquella final, es el hombre que más minutos acumula esta temporada (2.800), incluso por encima de Kepa Arrizabalaga, portero español que ha recuperado la titularidad en detrimento de Mendy. Su cambio de rol coincidió con la salida de Tuchel, que siempre prefirió al senegalés.

Sin embargo, mientras que Havertz era en 2021 un jugador que buscaba conectar el balón jugando entre líneas, esta campaña ha tenido que asumir el rol de '9' sin serlo. Esta es una de las grandes carencias del Chelsea, que fracasó en el intento por construir su delantera alrededor de Romelu Lukaku, cedido al Inter. Las razones de disciplina tampoco permitieron la continuidad de Aubameyang y el delantero titular en 2021, Timo Werner, regresó en verano al RB Leipzig.

¿Cómo era el Chelsea de Tuchel?

Otras piezas que salieron del equipo que eliminó al Real Madrid son Christensen (FC Barcelona), Rüdiger (Real Madrid), Jorginho (Arsenal) o Kurt Zouma (West Ham). A esto hay que sumarle que baluartes de aquella temporada como N'Golo Kanté, Thiago Silva, Mason Mount o Christian Pulisic están o estaban lesionados.

Pero las diferencias entre el Chelsea de Tuchel y el que ha heredado Lampard van mucho más allá de los nombres. El alemán no tardó en replicar y adaptar el estilo de fútbol a todo gas que había implementado en el Dortmund primero y después en el Chelsea. Heredero del gegenpressing que es escuela en Alemania, pero con más mimo por la posesión.

Una de sus señas de identidad fue la defensa de tres centrales, así como la utilización de dos mediapuntas que respaldaban a un único delantero. Otra variante era jugar con dos hombres arriba, apoyados por un mediocampista ofensivo. Desde el primer momento, el Chelsea de Tuchel adoptó la posesión rápida del balón como arma. De este modo alimentaba su instinto atacante, azuzado por la presión alta. El técnico consiguió armar un once reconocible, con Werner en punta, por delante de Pulisic, Havertz o Mount.

Entre lesiones y fichajes millonarios

En defensa, Thiago Silva (tenía 36 años) fue un comandante de una tropa de la que formaron parte Rüdiger, Azpilicueta o Christensen. En los costados, Chilwell y James, dos alas que se han mantenido. En el centro del campo, timoneles como Jorginho y Kovacic -otro enlace entre el pasado y presente- pero sobre todo un pulmón llamado N'Golo Kanté que se ha pasado gran parte de la temporada en el dique seco.

Tanto él como Mount se ejercitaron con el equipo y podrían estar el miércoles a disposición de un Frank Lampard que se reestrenó en el Chelsea con derrota ante el Wolverhampton. El que fuera mito de Stamford Bridge está en una 'jaula de oro'. El equipo londinense es un proyecto mal administrado donde la salida abrupta de Abrahmovich por la invasión de Ucrania, el primer gran magnate del fútbol de moderno, provocó que el equipo cayese en manos de Todd Boehly.

El estadounidense ha seguido la línea inversionista de sus proyectos en franquicias norteamericanas. En apenas seis meses (dos mercados) ha gastado 600 millones que han tenido como mayor éxito alcanzar los cuartos de Champions. Con Graham Potter todavía en el banquillo llegaron como fichajes estelares Enzo Fernández, Mijailo Mudryk y Joao Félix. Jóvenes talentos sobre los que se ha depositado una enorme responsabilidad. Aunque si algo demostró Lampard en su primera etapa en el Chelsea fue el desarrollo de canteranos, obligado por la sanción de la FIFA que le privó de fichar.

Pero actualmente, tan solo el campeón del Mundo está mínimamente amoldado a su rol, mientras que el portugués, cedido por el Atlético, se ha devaluado y el ucraniano, por el que el Chelsea pagó 100 millones al Shakhtar, es una alternativa de tercera fila. El rival del Real Madrid está desposeído de voluntad y de identidad.

¿Cómo juega el Chelsea de Lampard?

Siendo Tuchel todavía entrenador, los blues arrancaron la temporada con la fórmula de tres centrales. Duró seis jornadas, más que por los resultados, debido a la intromisión de Boehly en su parcela, algo que nunca ha soportado el germano. Aquel equipo estaba cuarto, en puestos de Champions, a los que ahora ni siquiera se acerca (está a 17 puntos). Potter, cuya desvinculación del Brighton costó 20 millones, ha ido alternando y variando sobre el 4-2-3-1 y el 3-4-3.

Durante su primera etapa en el Chelsea, Lampard empleó un 4-3-3 como el que empleaba en el Derby. En este esquema, los laterales eran cruciales, con gran recorrido por delante, provocando que los extremos se metieran hacia dentro. De este modo, era frecuente que se generaran las superioridades en banda. En su reestreno, con el Wolverhampton, apostó por una fórmula similar.

Ante el declive de los valores seguros, jugadores como Cucurella han dado un paso adelante. Fue elegido como el MVP del partido de vuelta contra el Dortmund, al que el Chelsea remontó en Stamford Bridge, donde volverá a jugarse la clasificación contra el Real Madrid. Le tuvo contra las cuerdas la campaña pasada en el Bernabéu. Pero apareció la providencia blanca, que se expresa de múltiples maneras. Esa noche tocó un exterior de Modric, un remate de Rodrygo y un mordisco de Benzema. Aquel Chelsea era mucho más estable, pero la Champions siempre invita al caos, que se lo digan a los blancos.