Una ‘Champions’ en Llerena

El nivel de la felicidad en el deporte no lo calibran ni las categorías ni los resultados. Forma parte de un contexto sentimental donde el momento, el lugar y las personas que te rodean es lo que le da sentido a la emoción. Así lo piensa Mario Tomé, un llerenense que, a sus 35 años, después de cinco fases de ascenso y partidos en Tercera que se cuentan por decenas, acaba de experimentar la mayor alegría de su vida en el epílogo de su carrera: ascender con el equipo de su pueblo, el Llerenense.

El Llerenense ya está en Segunda Federación

Todavía sigue Llerena aturdida y asombrada por lo que ha hecho su equipo. Por primera vez, jugará en Segunda Federación, una categoría que hace una década parecía inalcanzable. Fue hace seis años cuando regresó el Llerenense a Tercera después de 23 purgando en Regional Preferente. «Con todo el respeto a mi club, que es el que amo, el Llerenense nunca ha tenido una posición de fuerza ni el peso de equipos como Cacereño, Villanovense, Don Benito en Tercera. Y eso hace que tenga más mérito aún lo conseguido».

Mario Tomé experimentó la decepción de verlo demasiado cerca el pasado año y, posiblemente, pensaba que era el último tren: «pero quedaba otro. Yo nunca he jugado ni en Primera ni en Segunda. Ni voy a ganar una Champions. Pero lo que sentí el domingo con mi equipo, eso debe estar muy cerca de lo otro».

Han sido noches largas de celebraciones en Llerena, pero también semanas largas y duras de trabajo. Especialmente para Luismi, el entrenador, que es natural de Plasencia y recorre en vertical la región cada semana. «El míster le ha cambiado la mentalidad al equipo, al club y yo diría que también a la gente de Llerena. El año pasado, sabíamos que había equipo para competir por todo. Pero este año, con una plantilla casi nueva, el míster nos convencía de que, con trabajo, íbamos a construir una mentalidad de ascenso. Su trabajo ha sido impresionante».

Los minutos finales del partido del Azuaga-Olivenza, el recorrido en camión descapotable, la recepción en el Ayuntamiento de Llerena y el recibimiento de la gente con los protagonistas en el balcón. Se acumulan las imágenes en la cabeza de un futbolista que sigue embriagado por la emoción. 

«De verdad, estoy en una nube. Aún no somos conscientes de lo que hemos hecho. Me emociona salir cada mañana y ver a los niños ir a los colegios con la camiseta del Llerenense».

Mario Tomé es uno de los tres llerenenses que ha logrado esta hazaña, junto a Carlos Toy y Jesús Toy. No piensa aún en la renovación, aunque es evidente que le encantaría. Lo que sí tiene claro es que Llerena tiene que hacer un esfuerzo para salir a competir en esta Segunda Federación. «Es el momento de Llerena y de su equipo. Y lo tienen que saber el ayuntamiento, las empresas y aquellos que quieran a este pueblo de verdad». 

Suscríbete para seguir leyendo