Tenis de Mesa

Una alegría muy familiar

El Tenis de Mesa Almendralejo vuelve a ascender 12 años después a División de Honor y lo hace con todos sus jugadores de la casa

Sergio Pérez, Juan Bautista Pérez y Jesús Sánchez, equipo que ha logrado el ascenso.

Sergio Pérez, Juan Bautista Pérez y Jesús Sánchez, equipo que ha logrado el ascenso. / EP

El tenis de mesa y Almendralejo siempre han tenido un especial vínculo romántico a lo largo de la historia. Pero es cierto que ha sumado vacíos e interferencias temporales que lo han dejado siempre en el alambre. Nadie podrá olvidar aquel histórico equipo de El Obrero Extremeño, que en el año 1992 llenaba las gradas del salón de la histórica entidad recreativa y se convirtió en campeón de España y el primer club extremeño de este deporte en jugar competición europea. Por entonces, los históricos Mateo Cibantos, Vladimir Marinkievich y Juan Bautista Pérez levantaban al deporte local a base de tardes de emoción.

De aquel germen surgió entonces una gran generación que Juan Bautista Pérez se encargó de conservar y alimentar en Almendralejo. El medallista paralímpico volvió a las categorías nacionales de élite con el Tenis de Mesa Almendralejo allá por el 2010, aunque el sueño fue efímero. 12 años después, la capital de Tierra de Barros vuelve a una gran categoría tras conquistar el pasado fin de semana un extraordinario ascenso a la División de Honor, es decir, la segunda máxima categoría nacional.

Ocurrió en Olot y con una particularidad única a nivel nacional: Almendralejo ha ascendido con todos sus jugadores residentes en la localidad. Sin fichajes, refuerzos ni extranjeros. Juan Bautista Pérez, repleto de motivación e ilusión a sus 53 años, se ha rodeado en esta ocasión de Jesús Sánchez, de 27 años; y de su hijo Sergio Pérez, que a sus 17 años es otro prodigio del tenis de mesa e, incluso, ya ha estado en varias convocatorias internacionales con la Selección Española.

Ascenso del TM Almendralejo hace 12 años

Ascenso del TM Almendralejo hace 12 años / Antonio Álvarez

«Ha sido muy emocionante este ascenso porque veo reflejado décadas de mucho trabajo por este deporte en Almendralejo. Antes no había cantera ni base en esta ciudad de tenis de mesa, pero ahora tenemos una escuela con más de 50 jugadores y casi una treintena de ellos compitiendo de manera federada. Los frutos tenían que llegar», reflexiona Juan Bautista Pérez en este periódico.

Ascenso

La fase de ascenso en Olot ha sido realmente complicada. «Primero, había que llegar a esta fase de ascenso. Sólo se metían los tres primeros de cada grupo y, al término de la liga regular, éramos los últimos. Decidimos poner toda la carne en el asador. Teníamos que ganar todos los encuentros y lo hemos conseguido».

En fase de ascenso, Almendralejo ganó 4-3 a Sabadell y, en su primera opción por ascender, perdió ante Círculo Mercantil de Sevilla, un equipo hecho a base de talonario para el ascenso. Había una segunda oportunidad. Y esa no la desaprovechó. Ganó 4-2 a Ciudad Real y lograron el ansiado ascenso a Cataluña.

El Tenis de Mesa Almendralejo vuelve a la élite y se encontrará la próxima temporada en una División de Honor con tres grupos a nivel nacional y clubes semiprofesionales. El reto es complicado «y sabemos que vamos a ser una de las cenicientas de la categoría. Pero lo vamos a poner difícil y queremos ser competitivos».

Juan Bautista adelanta que el equipo se mantendrá con los tres jugadores de Almendralejo «para demostrar la cantera y la madera que tenemos», recalca también.

Saben en el club que los condicionantes también cambian y que la Federación Española de Tenis de Mesa les exigirá cambiar de sede, al menos para los partidos. Ahora disputan los encuentros en el sótano del Palacio del Vino, donde entrenan los alumnos de la escuela. «Quizá ahora nos pidan unas condiciones más reglamentarias y habrá que buscar espacios». Posiblemente, en uno de los dos polideportivos de Almendralejo.

Dice Juan Bautista que lo más gratificante de esta historia «es ver cómo cogimos a chavales con 6 y 7 años que ahora, 20 años después, se saben codear con los mejores a nivel nacional». Y la cantera sigue pegando fuerte. Su otro hijo, Jaime Pérez, de sólo 12 años, deslumbra en alevines y ya gana partidos de Segunda Nacional ante jugadores senior. La vuelta del tenis de mesa de élite a Almendralejo es una realidad.