Fútbol. Vuelta de la eliminatoria de permanencia en Segunda Federación

El Coria pone rumbo a Tercera

El conjunto celeste no logra remontar el 1-0 de Zaragoza y confirma un enorme disgusto

Santi Luque, en el suelo.

Santi Luque, en el suelo. / CD CORIA

1 - Coria: Varea, Melli (min. 62, Cera), Asiel, Alexander, Joserra, Sergio Gómez, Deco (min. 62, Nané), Félix Ledesma (min. 74, Mercadal), Santi Luque, Alberto, Isma Cerro.

1- Deportivo Aragón: Acín, Sebastián Operé, Hernández, Borge, Isaiah, Alberto Vaquero (min. 73, Cuenca/min. 88, Rubio), Jay (min. 46, Pablo Cortés), Rastrojo (min. 80, Vallejo), Pau Sans (min. 73, Castillo) y Naranjo.

Goles: 0-1: min. 28, Rastrojo. 1-1: min. 30, Isma Cerro.

Árbitro: Nestor Holgueras(Castilla y León). Amonestó a los locales Cera, Nané y Sergio Gómez y a los visitantes Alberto Vaquero, Sebastián y AcÍn. Roja directa al local Deco en el banquillo (min. 90).

Incidencias: Partido de vuelta de la eliminatoria de permanencia en Segunda Federación. 1.400 espectadores en el estadio de La Isla.

El Coria dice adiós a la Segunda Federación culminando así unos últimos meses pésimos, en los que ha pasado de aspirar a jugar la fase de ascenso a Primera Federación al descenso. En su eliminatoria a vida o muerte ante el Deportivo Aragón fue incapaz de sobreponerse al 1-0 de la ida. El 1-1 le envía de regreso a Tercera dos años después.

El proyecto entra ahora en un periodo de reflexión, pero en un horizonte próximo intentará recuperar la ilusión y la ambición suficientes para regresar a la cuarta categoría nacional.

En medio de un ambiente de gala en La Isla, con varias charangas alrededor del estadio, el Coria salió a por el partido, como no podía ser de otra manera. Ya en el primer minuto, un centro de Deco no fue rematado por Isma Cerro por muy poco.

La reacción aragonesa llegó muy poco después mediante un disparo desde la frontal del área de Isaiah que salió rozando el larguero. Fue el preludio del tanto del filial cuando Rastrojo aprovechó en el segundo palo un pase para adelantar a su equipo (min. 28).

La respuesta no se hizo esperar y apenas dos minutos después una jugada de Alberto por la derecha fue rematada por Isma Cerro. En principio rechazó Acín, pero el propio Isma, de cabeza, estuvo muy atento para hacer el 1-1.

Eso espoleó al Coria. Alberto cogió el balón en el centro del campo y su centro por banda generó una gran ocasión para Santi Luque, que falló inexplicablemente (min. 36).

Hasta el descanso, el juego se volvió muy trabado, con muchas interrupciones que favorecerían indudablemente a un Deportivo Aragón que deseaba con claridad llegar al intermedio.

LA FRUSTRACIÓN

El conjunto maño amplió esas intenciones de que el balón estuviese en juego lo menos posible de vuelta a vestuarios. Cada parón en el césped lo alargaba lo máximo posible, haciendo gala sus jóvenes futbolistas de una veteranía casi impropia.

El Coria lo intentó por todos los medios, pero se vio incapaz incluso de crear oportunidades. Su acercamiento constante hacia la portería de Acín fue estéril, pese al apoyo que prestó el público. 

De hecho, la ocasión más clara fue del Deportivo Aragón en un cabezazo de Isaiah (min. 76) que hubiese supuesto un golpe definitivo. El balón no entró por poco y eso le dio una vida extra al conjunto extremeño que sin embargo no supo aprovechar. Liderado por Isma Cerro, su hombre más activo, el empuje fue indiscutible, pero también la falta de ‘punch’ a medida que el juego se acercaba al área zaragozana. 

Caras serias en el Coria.

Caras serias en el Coria. / CD CORIA

El filial maño se defendió sin grandes apuros, fundamentado en jugadores de gran poder atlético. Durante la temporada le ha caracterizado su orden atrás y en esta eliminatoria lo ha vuelto a demostrar: en 180 minutos solo ha permitido un gol de su oponente.

Tras una opción de Isma Cerro, cuando más cercano estuvo el gol que hubiese forzado la prórroga fue en el tiempo añadido. Y es que una jugada por la banda derecha acabó en un centro que pudo ser rematado por Asiel en posición inmejorable, pero... no logró conectar la cabeza por un par de centímetros. Era la última nave de un equipo que se marcha de la Segunda Federación con la alegría de los buenos momentos vividos, pero también la tristeza de este esprint final tan poco atinado.

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