"A nosotros nos han mandado 800 entradas. Estamos esperando algunas más. Estoy siendo prudente, pero he mantenido conversaciones con el Recreativo. Lo tengo todo por escrito. No voy a mentir». Juan Miguel Olmeda, el secretario del Cacereño y mano derecha del presidente, Carlos Ordóñez, dice que espera que todo se solucione y que no quiere entrar en guerra dialéctica con el Recreativo, pero al mismo tiempo asegura que el club extremeño está actuando conforme a lo pactado y que no ha engañado a nadie. Lo único que reconoce es que no se preveía por parte del club que hubiera tanta demanda de cara al duelo del domingo por el ascenso a Primera Federación en el Nuevo Colombino (20.00).
En el Cacereño insisten en que esperan que todo se pueda solucionar y que no se genere un clima negativo antes de la final. Afirma Olmeda, que ha llevado directamente la negociación con el club andaluz, que el Cacereño se preocupó por poner unas gradas supletorias para 2.047 (cifra exacta) espectadores visitantes. “Se hacían cargo de mil, las que podían pagar por adelantado. Les dijimos: ‘no os preocupéis, no hace falta que las otras mil las paguéis ahora’”. El secretario verde relata que “nosotros le fuimos dando en función a lo que fueron vendiendo hasta completar las 2.000”.
Según el CPC, “nos dijeron que no nos preocupásemos” y de hecho, recalca, “queríamos que las aficiones se lleven bien, que el fútbol está para que disfruten las aficiones”. Y esto, que lo comentó en Canal Extremadura Televisión, hizo que Carlos Hita, director general del Recre, “me llamara y me diera la enhorabuena y me dijo que tendríamos lo que necesitáramos”. Según Olmeda, a partir de ahí ha venido el lío, que no duda que intentan solucionar.
«Que se les ha ido de las manos, que no han bloqueado esas 2.000 entradas, eso es así», recalcó. “La única verdad es esa. “Estamos un poco enfadados y molestos porque no ha sido así», manifesto.
Con todo ello, el problema sigue latente. El Cacereño y sus aficionados demandan más localidades y, de momento, la incógnita está ahí.
Y el partido, mientras tanto, en el horizonte. Los futbolistas, ajenos a todo, preparan el partido más importante en años, con antecedentes my emotivos como el del último ascenso a Segunda B fuera de casa.