Paralelamente a la del primer equipo se desarrolla la pretemporada del filial del Alter Enersun Al-Qázeres, que buscará su quinto título consecutivo en el grupo extremeño-manchego de la Primera Nacional femenina de baloncesto. Sin embargo, la prioridad de este conjunto, dirigido por Pablo Carreira, no es exactamente ganar, sino apuntalar la formación de sus canteranas y convertirse en un ‘puente’ con las mayores de la Liga Femenina Challenge.
De hecho, jugadoras como Lucía Fontela, Stephanie Martínez, Mabel Galiana y Sira Hisado --aún recuperándose de su operación de hombro-- alternarán ambos conjuntos, apoyando de forma decisiva a otras jóvenes como Marta Recio, Carmen Suárez, Clara Núñez, Belén Bayán, Esther Sánchez y Sheila Gómez, además de a la única veterana del vesturario, Carmen Cambero. «Este es un equipo de formación peculiar, en el que tienen cabida jugadoras que están por arriba por y por abajo. La pasada temporada llegaron a saltar a la pista 24 en total, incluyendo cadetes», cuenta Carreira, satisfecho con una fórmula que ha sido compatible con dominar el grupo desde hace casi un lustro. Y eso que en la temporada 22-23 empezaron con un 0-6, lastradas por las lesiones, pero la racha final de 14 victorias consecutivas sirvió para darle la vuelta completa a la situación.
«Nuestra idea es estar al servicio del primer equipo y que las jugadoras vayan creciendo. Si luego ganamos, pues fenomenal», reitera Carreño, que coincide con la opinión generalizada de que el grupo ha subido de nivel por lo general.