Los caprichos del calendario, el infortunio o cuantas justificacoines quieran ponerse pueden ser válidas para el mal arranque de liga del Villanovense en cuanto a puntos y sensaciones se refiere. En este caso, el bagaje de puntos de los serones, que apenas han rascado un empate en tres partidos, les sitúa en la parte más baja de la clasificación, esa que sólo empeora el Badajoz, al menos por el momento.
Lo que sí es una certeza es que el conjunto serón, tras la disputa de las primeras tres jornadas, ha firmado ya su peor arranque liguero de la última década. De hecho, habría que remontarse a 2013 para encontrar un inicio tan paupérrimo como el de este año. Esa temporada, la de la 2013-2014, los de Villanueva de la Serena sumaron sólo un punto de nueve posibles, igual que ahora, y la primera victoria no se produjo hasta la cuarta jornada frente al Cádiz. Ese año el equipo acabó descendiendo de categoría en lo que era la antigua Segunda B.
El Villanovense promedia, en las últimas diez temporadas, 3,5 puntos en sus primeras tres jornadas de liga, algo que por ahora se queda por debajo tras sólo haber conseguido sumar ante el Cacereño de Julio Cobos. Precisamente, en la 2014-2015, con Julio Cobos en el banquillo serón, junto con las temporadas 2020-2021 y 2021-2022, el Villanovense protagonizó sus mejores arranques ligueros con cinco, seis y seis puntos, respectivamente.
En la temporada 2018-2019, en la que el club serón acabó descendiendo de categoría, el bagaje tras las primeras tres jornadas de liga era de dos puntos, aunque en este caso la primera victoria del curso no se produjo hasta la novena jornada frente al San Fernando.
El año pasado, con Manolo Cano al frente, el Villanovense sumó tres puntos en el inicio de liga tras ganar en la tercera jornada de liga al Atlético Paso.
Por el momento la tranquilidad y la confianza siguen intactas en el seno del club, habida cuenta de que son conscientes de que el inicio de liga está siendo difícil ante equipos llamados a estar en la parte alta de la tabla. Pero a partir de ahora, y durante las próximas jornadas, el Villanovense se enfrenta a sus iguales y no hay mucho margen de error, sobre todo para despejar los fantasmas de las dudas sobre un proyecto que ha ilusionado a la parroquia serona.
Si bien, Gus es consciente, y así se lo ha hecho saber a sus jugadores, de que con lo que se está viendo hasta ahora no es suficiente para competir con garantías y que aún tiene mucho trabajo por delante para conseguir sacar de sus jugadores el máximo rendimiento. "Así no nos llega", decía al término del partido frente a la Gimnástica Segoviana del pasado domingo tras perder 3-0 en La Albuera.
