Venía de tener buenas sensaciones en el Gran Premio de la India de MotoGP, venía, dijo, de conseguir un balón de oxígeno para el equipo, para Honda, pero el primer día del Gran Premio de Japón, donde es el único piloto que ha ganado en las tres categorías, donde ha ‘campeonado’ hasta en tres ocasiones (2014, 2016 y 2018), no ha sido de lo mejorcito de este desgraciado año para el catalán Marc Márquez (Honda), que deberá pasar mañana por la Q1 para ganarse una plaza en la Q2, el ensayo en que se decide las posiciones de la parrilla. Ni él, ni ninguno de los otros tres pilotos de la firma alada se clasificó entre los 10 primeros. Vuelven las malas sensaciones en Honda, pese a correr en Motegi, su casa.

Ciertamente, el ocho veces campeón del mundo iba directo a meterse entre los diez primeros, pues hasta en dos ocasiones le cancelaron sus dos magníficos registros (uno de ellos iba a coronarlo con un excelente 1.44 minutos, que le hubiera colocado séptimo), en una ocasión porque durante su giro habían banderas amarillas y, en la segunda, por exceder los límites de la pista. Es más, tras esos dos borrones, MM93 forzó al máximo cuando faltaban segundos para acabar la segunda sesión de entrenamientos y, en la primera curva de Motegi, se fue al suelo, sumando su 20ª caída del año (va camino de récord), restando aún siete fines de semana.

15 minutos vertiginosos

Como casi siempre este año, el último cuarto de hora del viernes fue vertiginoso. Para que se hagan una idea a la velocidad que giraron todos, solo decir que el portugués Miguel Oliveira (Aprilia), que lideraba la clasificación cuando restaban 15 minutos, acabó también eliminado y deberá competir en la Q1, al igual que MM93, Joan Mir y Fabio Quartararo (Yamaha), tres campeones en crisis.

Cuando restaban 14 minutos, fue Aleix Espargaró el más rápido; cuando quedaban 13, Brad Binder (KTM); cuando restaban 11, Marco Bezzecchi (Ducati); cuando quedaban ocho, un sorprendente Fabio Di Giannantonio (Ducati) y, al final, cuando restaban tres minutos, Binder, en una vuelta suicida (1.43.489, KTM), borró, por fin, el récord que tenía desde el 2015 el mallorquín Jorge Lorenzo (1.43.790) y se hizo con el mejor crono.