Cada uno de los tres amistosos que se han disputado esta temporada han supuesto un gasto que ha rondado los 1.500 euros. El ejemplo, expuesto por el presidente de honor del Cáceres, Pedro Núñez, fue uno más de los que reveló el club en la agitada reunión informativa ante los aficionados del pasado lunes por la tarde-noche que ha hecho que, al menos, el club haya puesto en marcha una promoción para abonados. El director general deportivo, Alberto Blanco, añadió que también jugando fuera se pagan el transporte y los hoteles.
Y todo ello, con un desajuste económico proclamado a los cuatro vientos como origen del desajuste en los números: con apenas 800 carnets expedidos, se ingresa el 8 por ciento del presupuesto en cuotas de socios, la mitad de lo que sería aconsejable para ser solventes, según el club extremeño.
La respuesta
¿Es el problema real el dinero o la cuestión es más de fondo? En parte sí, pero lo que más preocupa ahora es el distanciamiento entre el equipo de baloncesto y la grada en la semana del comienzo de la LEB Oro ante el Estudiantes (21.15, Multiusos) y que se hable más de precios de entradas que del teórico mejor partido de la liga regular. Hubo incluso un aficionado que habló de “desafección” entre la entidad y los seguidores derivada del inmovilismo de los gestores del club. Se nombraron los tiempos de la ACB e incluso un expresidente verdinegro, Juan Francisco Luis, habló en parecidos términos y pidió movilización. Alberto Blanco repitió en más de una ocasión su decepción por el hecho de ver las gradas semivacías y el número de abonados en picado.
«Yo estoy muy ilusionado con el equipo que hemos hecho», llegó a decir Abelardo Martín, uno de los históricos miembros del club desde el comienzo. Fue el empresario el más receptivo y optimista de todos los responsables de la entidad, «tomando nota» de cada una de las sugerencias que se plantearon, incluida una colaboración mutua con el Cacereño, club de fútbol que se puso como referencia ahora en estrategia.
Pelear por unos objetivos que generen emoción es otra de las claves que se expusieron el lunes. No se puede ‘vender el producto’ si no hay una meta ambiciosa. Eso quedó claro. O, cuando menos, que se pelee por no bajar, como terminó pasando la pasada temporada. El pasado esplendoroso en ACB estaba en el recuerdo de varios de los más de 40 aficionados que estuvieron en la sala de prensa del Multiusos dentro de un clima en el que, al menos, se evidenciaron ganas de ayudar.