El Periódico Extremadura

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Baloncesto. LEB Oro

El Cáceres, barrido desde el minuto 1

Los verdinegros, con una defensa muy pobre, no tuvieron opción alguna en San Sebastián

Hansel Atencia marca jugada. GIPUZKOA BASKET

88 - Guuk Gipuzkoa Basket: Alex Barcello (13), Michael Carlson (15), Xabi Oroz (7), Manex Ansorregi (5) e Iván Aurrecoechea (14) -cinco inicial- Mads Stürup (4), Mikel Motos (15), Josip Vrankic (10), Branislav Vujadinovic (1) y Sandi Marcius (4).

64 - Cáceres Patrimonio de la Humanidad: Gael Bonilla (7), Hansel Atencia (9), Dikembe André (5), Greg Gantt (14) y Remu Raitanen (11) -cinco inicial- Vaidas Cepukaitis (6), Juanjo Santana (2), Dani Rodríguez (0), Dani García Casarrubios (0) y Pau Carreño (10).

Marcador por cuartos: 26-11, 48-26 (descanso), 64-43 y 88-64 (final).

Árbitros: Rial Barreiro, Hurtado Almansa y Cervantes Fernández. Sin eliminados.

Incidencias: Octava jornada de la LEBOro. Partido disputado en el Angulas Aguinaga Arena ante 2.500 espectadores.

El Cáceres Patrimonio de la Humanidad sigue sin conocer el triunfo a domicilio y en esta ocasión no sólo cayó derrotado con claridad ante el invicto Guuk Gipuzkoa Basket en el Angulas Aguinaga Arena, tampoco apenas si ofreció pelea (88-64). 

Todo comenzó mal en Donostia, con un 6-0 inicial en un primer cuarto donde Remu Raitanen estuvo muy solo por parte extremeña (26-11). Mientras que en la segunda manga el panorama no mejoró y eso significó la sentencia del resultado al descanso (48-26), porque aunque en el reinicio los cacereños consiguieron sumar un punto más que los vascos (16-17) el partido hacía mucho que había muerto.

Con equipación blanquiazul los cacereños iniciaron el duelo con muchas dudas en lo ofensivo, también regalando dos balones en apenas un minuto y claramente a remolque de un equipo donostiarra que en los dos primeros minutos agarró un tranquilizador 6-0 en gran parte gracias a los errores de su rival pero con muy buen desempeño en el rebote defensivo. Después los de Roberto Blanco intentaron correr y le sacaron algo de rédito pero el Gipuzkoa Basket encestó sus dos primeros triples con un Carlson que se iba ya a los 8 puntos y con un desalentador marcador de 14-4 obligaba a Roberto Blanco a pedir el primer tiempo muerto.

De vuelta se vio muy rápido el +16 local (22-6, min. 7), pero también la imposibilidad de los extremeños para jugar a la carrera con transiciones rápidas, pues los locales los tenían maniatados, así como la continuidad de una falta de puntería que se antojaba alarmante (En el primer acto en triples sería un 0/8). Entonces Dani Rodríguez entró en pista como director de orquesta, pero lo cierto es que en ataque sólo funcionaba un Raitanen, autor de 9 de los 11 puntos visitantes.

Los vascos siguieron pasando el rodillo con asombrosa comodidad y sin apenas desgaste (nueva máxima con el 36-18 en el 14). El partido estaba siendo demasiado fácil para los guipuzcoanos y aunque en ese momento hubo un tramo de partido con un par de minutos sin puntos, en cuanto el entrenador local Mikel Odriozola removió sus filas con un cuádruple cambio se vería el +20. En el final del cuarto el panorama no mejoró en absoluto y a falta de un minuto Carlson firmaba un 3/3 en triples para colocar el 46-24 que servía de excusa a Roberto Blanco para agotar sus tiempos muertos, pero a la llegada del tiempo de descanso la desventaja se mantuvo (48-26).

MALA IMAGEN

De regreso el Cáceres tendría algo más de puntería, pero no la suficiente como para rebajar sensiblemente la diferencia ni la continuidad necesaria como para que se notara y no ser de nuevo castigado en cuanto el rival ajustó su defensa. Así, con el correr del reloj el equipo de Mikel Odriozola volvió a la senda mostrada anteriormente y superado el ecuador del periodo se vería una nueva máxima con el 59-36.

Dikembe André lanza a canasta con una máscara para proteger su nariz. GIPUZKOA BASKET

Entonces la relajación hizo acto de presencia a ambos lados de la pista y durante dos minutos largos nadie anotaría puntos, hasta que el local Motos enchufó otro triple para colocar un ya sonrojante +26 que a la conclusión de la manga quedaría en 64-41.

El último acto sobró por completo pues la máxima de +26 además de volver a verse bastante rápido se mantendría hasta el final del encuentro.

Roberto Blanco: «En esta liga no puedes poner todos los huevos en la cesta de casa»

Roberto Blanco reconoció «obviamente» que al Cáceres le habían «pasado por encima» y que el Gipuzkoa había sido «muy superior». «Estoy muy decepcionado conmigo mismo y con mi equipo por la imagen que hemos dado una vez más fuera de casa. Veníamos tras un par de partidos muy buenos, con buena predisposición. A lo mejor después de una victoria como la de Coruña nos hemos pensado que somos Coruña», señaló.

En su análisis del choque, consideró que «en el inicio hemos sido muy condescendientes en el uno contra uno. No hemos podido parar a Carlson. Le hemos dejado jugar muy libremente y no hemos sabido entenderlo». Lamentó sober todo que «no hemos peleado» y que «no ha habido barro» «Así hay pocas posibilidades de ganar fuera de casa», precisó. Y es que se refirió especialmente a la mala racha de los extremeños a domicilio, habiendo perdiendo los cuatro choques que ha disputado lejos del Multiusos. «Hay que entender que en esta liga no podemos poner todos los huevos en la cesta de casa. Hay que hacerlo también fuera. Al menos debíamos haber puesto más oposición», espetó, con un gráfico «no hemos comparecido» como resumen.

«En el descanso hemos intentado calmarnos un poco, aunque el partido ya estaba sentenciado. Intentamos acabar dignamente, pero hasta eso nos ha costado. Debemos seguir trabajando y pensar en el siguiente partido contra Alicante», apostilló.

Justo lo contrario en el otro banquillo. Mikel Odriozola, entrenador del Guuk Gipuzkoa, se mostró satisfecho por la victoria y por la actitud de sus jugadores. «No es fácil llevar el partido como lo hemos hecho. Hemos sido consistentes en todo momento y quiero felicitar a los jugadores», señaló.

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