El manifiesto publicado por la Comisión del 8 de marzo del movimiento feminista de este 2019 ha crecido con respecto al pasado año y ha ampliado sus objetivos. La visión feminista abre el foco sociopolítico y pretende convertirse en "una propuesta abierta en la que todas las mujeres puedan "encontrar una forma de participar", es decir, no importa la grandeza de la acción, también tienen en cuenta los pequeños pasos que van realizando.

Este año se centra en el impacto de la violencia, el cuerpo, las fronteras y la economía e insta a la luchan para que termine la violencia machista y la opresión sufrida. Como consecuencia, las 30 páginas del multidecálogo afrontan una visión más amplia y comprometida desde un punto de vista político, con críticas a la política antimigratoria, el papel de la Iglesia, la educación sexual, la defensa al derecho al aborto y a una sociedad laica. Un feminismo de izquierdas y de crítica al Estado y a sus mecanismos legales heredados.

El manifiesto es un alegato para hacer entender a los hombres que son las mujeres son dueñas de sus vidas y de sus cuerpos. Para que acaben todas las violaciones, y para que se juzguen de manera correcta aquellas que ya se han producido. Para que no exista homofobia, racismo ni islamofobia, respetando así los derechos humanos, el poder de ser quien uno quiere y la libre circulación de personas. Para que acabe la discriminación laboral y la brecha salarial.

Para ello han decidido detener la actividad laboral, de cuidados, de consumo y estudiantil. Paralizar el trabajo para hacer visible la necesidad de las mujeres en las empresas y comercios. Dejar de hacer cuidados a nuestras familias para que vean la importancia de un trabajo tan invisibilizado y desvalorizado. Privarse del consumo para no hacer compras innecesarias, además de intentar crear un nuevo mundo con un cuidado ambiental justo. Y, por último, y muy necesario, apoyar al paro en los colegios e institutos para transmitir la importancia de una educación en un entorno de igualdad social sin roles de género ni estereotipos.

La acción feminista no empieza ni acaba aquí, la huelga del próximo viernes pretende conformarse como un grito global lanzado por las mujeres de todo el mundo. En el manifiesto declaran que "forman parte de un proceso colectivo de transformación radical de la sociedad, de la cultura, de la economía y de las relaciones", y que para ello deben resistir y seguir avanzando siendo fuertes.

El 8 de marzo, elegido Día Internacional de la Mujer desde 1975 por la ONU, equivale a igualdad, respeto, unión, no a la violencia. Es decir, la reivindicación de la mujer como ser humano igualitario al hombre, tanto en el ámbito cultural como en el laboral.