La organización de los países desarrollados OCDE ha acordado un plan de trabajo con la meta de lograr poner en marcha a finales del 2020 un mecanismo con dos pilares. Uno, para la tributación de la economía digital en los diferentes países. Otro, para garantizar una tributación mínima sobre las compañías multinacionales de todo tipo.

Así figura en el programa de trabajo acordado en una reunión plenaria de la OCDE los días 28 y 29 de mayo en París, en la que se ha adoptado para sus 129 países miembros «una hoja de ruta para resolver los desafíos impositivos derivados de la digitalización de la economía», según una nota emitida ayer por el organismo. A la reunión han asistido representantes de 99 países.

Después de los sucesivos fracasos para implantar una tasa Google en el conjunto de la Unión Europea, la Comisión Europea fió este objetivo a los trabajos en paralelo impulsados desde la OCDE, mientras que algunos países como Francia o España pretenden avanzar en ello de forma unilateral. Ahora, la hoja de ruta adoptada por la OCDE incluye alcanzar un acuerdo político a finales del 2019 sobre el modelo que se debe adoptar para cumplir los objetivos. A lo largo del 2020 se debería avanzar en los trabajos técnicos. «El amplio acuerdo alcanzado ahora sobre la hoja de ruta técnica debe ser seguido por un fuerte apoyo político a favor de una solución que mantenga, refuerce y mejore el sistema fiscal internacional. El corazón de todas nuestras economías depende de ello», ha afirmado el director de la OCDE, Ángel Gurría.

De momento, la OCDE prevé llevar esta hoja de ruta a la próxima reunión de los ministros de Economía del G-20, los días 8 y 9 de junio en Fukuoka (Japón), previa a la cumbre del 28 y 29 en Osaka. Tal vez pueda haber otra reunión preparatoria en octubre, en el contexto de la reunión de otoño del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Washington, antes de poder sellar un acuerdo político a final de año. La propuesta británica es centrar los trabajos en la imposición de las grandes tecnológicas, como Google, Facebook o las chinas Alibaba o Tencent, entre otras. Otra propuesta, liderada por EEUU, pretende extender el objeto a todos los grupos que distribuyen en otros países. La India, por ejemplo, pone el foco en las firmas tecnológicas y en las de venta a distancia.