El presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, José María Marín Quemada, defendía hace unos días que el recorte a las empresas energéticas se traduciría en una rebaja en la factura de los suministros y así consta en la memoria económica de la propuesta.

Los recibos de la luz y el gas incluyen otras muchas cosas, además del precio de las materias primas, como los impuestos y cargos o el coste de los peajes, un concepto que también debe fijar el regulador -y cuya propuesta lanzará antes de final de este mes- y que está formado por estas retribuciones. Una rebaja en las retribuciones parece más que evidente que haría caer los precios, aunque la CNMC añade que «debido al déficit acumulado, puede no existir coincidencia temporal» entre la bajada de la retribución y la de los peajes.

En cualquier caso, y aunque no hay todavía estimaciones oficiales, las oficiosas apuntan a una rebaja para los consumidores en la factura, tanto de la luz, que sería una rebaja de alrededor del 2,5%, como en el caso del caso del gas, que rondaría en torno al 8%. No obstante, la rebaja del gas tardaría algo más porque la nueva retribución entraría en vigor más adelante, en el 2021.