La carrera por quien relevará a la francesa Christine Lagarde al frente del Fondo Monetario Internacional (FMI) ya está oficialmente abierta. Y los interesados por el puesto podrán presentar a sus candidatos desde el 29 de julio hasta el 6 de septiembre en un proceso de selección que será abierto, basado en méritos y transparente y que deberá estar concluido para el 4 de octubre. La Unión Europea quiere que la silla siga estando en manos de un europeo y maneja una lista de cinco candidatos entre los que figura la ministra española de economía, Nadia Calviño.

Junto a Calviño también han sido preseleccionados el ministro de economía portugués y actual presidente del Eurogrupo, Màrio Centeno, su predecesor en ese puesto, el holandés Jeroen Dijsselbloem, el gobernador del Banco central de Finlandia, Olli Rehn, y la ex vicepresidenta de la Comisión Europea y actual directora ejecutiva del Banco Mundial, la búlgara Kristalina Georgieva, aunque en su caso no cumple con el requisito de edad al superar los 65 años que las reglas de la institución con sede en Washington marcan como edad límite.

El responsable de coordinar las consultas entre los gobiernos europeos es el ministro de finanzas francés, Bruno Le Maire, que a partir de este sábado lanzará una segunda ronda de conversaciones telefónicas con sus homólogos europeos para tratar de lograr un candidato único de consenso que deberá tener gran experiencia internacional y competencias técnicas demostradas, han explicado fuentes del ministerio de finanzas francés sobre el currículum de los candidatos.

DECISIÓN RÁPIDA

Al hilo de esto, Le Maire ha remitido una carta a los ministros exponiéndoles las conclusiones de esta primera fase de consultas y lanzando una petición: que se decanten por uno de los cinco candidatos en la lista. Según las mismas fuentes, las consultas liderada por Francia también han puesto de manifiesto el interés de los gobiernos por revisar las reglas sobre el límite de edad aunque no se han tomado decisiones.

El objetivo de Francia es pisar el acelerador y avanzar lo más rápido posible para intentar lograr un consenso porque es en interés de los europeos en primer lugar presentar un frente unido frente a los países emergentes que también reclaman su cuota de poder en las organizaciones internacionales. Fuentes diplomáticas, críticas con la poca transparencia con la que Francia está llevando las consultas, consideran complicado lograr un acuerdo antes de finales de mes pero admiten que cuanto más tarde logren los 28 un acuerdo peor será para sus posibilidades de mantener la dirección gerente en manos de un europeo.