La luna de miel de España con el empleo da señales de estar llegando a su fin. Y de cara a este otoño ya se han encendido las primeras alarmas, con algunos actores apuntando no solo a un incremento de la desaceleración, sino incluso a un repunte del paro. Los tambores de recesión que llegan desde los motores de Europa, como Alemania, amenazan a sectores especialmente expuestos a los vaivenes internacionales, como la industria, y otros tractores de la economía española, como el turismo, encaran su peor época del año. Todo ello maridado con la incógnita sobre el futuro político del país, que dificulta el margen de actuación de un actor llamado Estado.

El banco central de Alemania, el Bundesbank, ya activó el pasado 19 de agosto las primeras alarmas y anticipó que la economía germana puede entrar en recesión técnica en el tercer trimestre de este año. ¿Se traducirá ese retroceso inmediatamente en destrucción de empleo en España? No lo creen así los economistas consultados. "La recesión de las economías con más peso tardará entre un año y año y medio en llegar a España", considera el catedrático de economía financiera de la UPF, Oriol Amat. "La expansión que hemos vivido hasta ahora ha sido más moderada y sostenida, sorprendentemente, que antes de la crisis y ahora encaramos una desaceleración de las mismas características. No va a haber una 'crack' como hace una década, sino un aterrizaje", comenta el catedrático de política económica de la UB, Anton Costas.

DESCENSO PAULATINO

Julio del 2018 fue el último tras 25 meses de crecimientos interanuales consecutivos de la cifra de trabajadores en activo a un ritmo por encima del 3%. Un año después, los afiliados a la Seguridad Social aumentan interanualmente al 2,6% (y bajando). Y hay dos colectivos, especialmente sensibles a los ciclos económicos, que dejaron malos resultados el mes pasado: las mujeres, que bajaron en número de afiliadas y por poco abandonan la cota de los nueve millones de ocupadas, y los trabajadores de origen extranjero, que también descendieron y registraron su peor julio desde el 2014. "El ciclo de los crecimientos adicionales se ha terminado", afirman desde el gabinete de estudios económicos de CCOO.

Otro dato negativo son las cifras del paro, que a nivel desestacionalizado, llevan dos meses consecutivos de leves incrementos. El BBVA Research, en su Observatorio de Actividad del mes de agosto, ha estimado un aumento del 0,3% del desempleo registrado en el tercer trimestre de este año, lo que supondría el primer incremento trimestral desde el segundo trimestre del 2013. “O se empieza a crear un turismo mucho más sostenible y de calidad o estamos condenado a picos de alta creación y destrucción de empleo”, declara la secretaria confederal de UGT, Isabel Araque.

INDUSTRIA EXPUESTA

Turismo a parte, otro sector que también tiene números de perder empleo este otoño es el de la industria si las previsiones del Bundesbank se cumplen. "El gasto en innovación de las empresas se ha reducido bastante, comparado con el de la etapa previa a la crisis, y la correlación entre inversión en I+D y reducidas tasa de paro es evidente. Las empresas no han hecho los deberes mientras había vientos de cara", opina Amat. Más aguda será la caída si los estímulos económicos que ya ha anunciado la cancillería alemana no surten efecto. "Los organismos internacionales parece que encaran esta crisis de manera diferente a como lo hicieron con la anterior", opina Costas.

El margen para que las compañías españolas realicen ahora dichas inversiones parece escueto. La semana pasada el INE publicó el indicador de facturación de las empresas, correspondiente al mes de junio, que reveló el primer estancamiento intermensual tras 34 meses consecutivos en positivo. Lo que, no obstante, no es incompatible con mantener una cifra de incremento interanual (a la baja) del 2,9%. Un indicador al que se agarran los sindicatos para considerar que los tambores de recesión mundial y de posible estancamiento del empleo en España vayan a lastrar los salarios; al menos a corto plazo.

"De 11 millones de asalariados, más de ocho ya han pactado este año incrementos salariales, del 2,3% de media. Difícilmente en lo que queda de año esa cifra bajará significativamente", comentan desde el gabinete de estudios económicos de CCOO. "El consumo interno será clave para estimular la economía durante los próximos meses y eso pasa por mejorar las condiciones laborales de los trabajadores y no dejar de subir sueldos", añade la secretaria confederal de UGT.