Ryanair confirmó ayer que cierra de manera definitiva su base de Gerona y las de Las Palmas, Tenerife y Lanzarote. En total ello supondrá hasta 512 despidos, a falta de concretarse la cifra exacta después de la negociación de los expedientes de regulación de empleo (ERE) que la empresa deberá negociar con la representación legal de los trabajadores. El proceso de negociación colectiva comenzará el próximo 8 de septiembre y puede llegar a finiquitar 164 puestos de trabajo en Gerona, 156 en Tenerife Sur, 110 en Las Palmas y 82 en Lanzarote, según desgranó el sindicato USO. La aerolínea se comprometió a primar los traslados de personal a otras bases para «minimizar la pérdida de empleos», según consta en el correo electrónico que mandó ayer.

Pese a que inicialmente Ryanair no había cerrado la puerta a mantener abierta la base en la ciudad catalana, finalmente oficializó el cierre. Este es el motivo por el cual los tripulantes de cabina de la aerolínea llevarán a cabo 10 días de huelga en septiembre, concretamente los próximos días 1, 2, 6, 8, 13, 15, 20, 22, 27 y 29 de septiembre. Los pilotos del sindicato SEPLA de Ryanair ya manifestaron el pasado jueves que están dispuestos a ir a la huelga si finalmente la empresa formalizaba los cierres de las bases.

La aerolínea ya tuvo que lidiar a finales de este verano con conflictos laborales en otros países por dicho repliegue, como las huelgas de tripulantes en Portugal o una huelga de pilotos en Irlanda, anulada judicialmente en el último minuto. Ayer también anunciaron huelga los pilotos de British Airways los próximos 9, 10 y 27 de septiembre.

La aerolínea justificó el cierre de las bases al estimar que existe un «significativo exceso de capacidad en el mercado europeo», según consta en el correo electrónico que les envió. La compañía también argumentó para defender la necesidad de los despidos el descenso de tarifas, el aumento de costes y el descenso de beneficios.