La última propuesta del Ministerio de Sanidad en el marco del denominado 'plan de acción' para fomentar el uso de medicamentos genéricos ha causado revuelo y preocupación en parte del sector. La patronal ha tomado partido y considera que el nuevo marco legislativo, de ser aprobado, perjudicará a las industrias que comercializan medicamentos originales.

Según la patronal, la reforma propuesta, que está en proceso de consulta pública de un mes y finaliza en breve, "parte de premisas cuestionables y propone medidas que, sin aportar ventajas al paciente ni a la calidad del sistema sanitario, podrían generar desequilibrios entre compañías, saliendo perjudicadas las industrias que comercializan medicamentos originales".

La base del conflicto se ha generado por el mismo planteamiento de la reforma, que pretende reforzar la posición en el mercado de los genéricos por considerar que han perdido cuota de mercado en los últimos años y su peso es, además, menor que el que existe en otros países europeos. Según los últimos datos, en la Unión Europea la mayor parte de los países cuentan con una tasa de penetración de los medicamentos genéricos que ronda el 65%, mientras que en España se sitúa en un 40% en unidades (porcentaje que se ha estabilizado en torno al 20% en valor en los últimos años).

Para Farmaindustria, este enfoque es "incorrecto", ya que en su opinión el genérico no es la clave mágica para reducir el gasto farmacéutico del Estado: "Lo que importa no es cuánto representa el mercado de genéricos, sino el mercado que está a 'precio de genérico', sea este mercado participado por un genérico o por un medicamento de marca", asegura la patronal.

En el sistema de salud español, los medicamentos originales están obligados por ley para seguir siendo financiados por el Estado a rebajar su precio al nivel de la versión genérica. La consecuencia es, según Farmaindustria, que cuatro de cada cinco recetas que se dispensan en las farmacias españolas están "a precio de genérico".

La patronal recuerda que el mercado de genéricos está en España muy consolidado y, junto a potentes compañías españolas, operan grandes multinacionales que comercializan genéricos en todo el mundo. Se opone también la patronal a que los médicos prescriban principios activos y no marcas, ya que eso comportaría según su opinión un perjuicio a las compañías innovadoras. Reivindican que sea el médico el que sea último responsable de la prescripción y que no se fomente el cambio de producto por otros similares.

La prescripción por marca, opinan los expertos de la patronal farmacéutica, favorece la adherencia al tratamiento (al ser siempre el mismo), evita errores en la toma de la medicación y facilita la farmacovigilancia por parte de la Administración. Desde ese punto de vista, el uso de medicamentos de marca no implica un gasto añadido, ya que si se venden con receta el precio es el más bajo, equivalente al del genérico.

"Farmaindustria está a favor de medidas que favorezcan la competencia (y, por tanto, el ahorro público) en igualdad de condiciones entre las distintas compañías, pero considera que las medidas de fomento de los genéricos y biosi­milares que pueden distorsionar la competencia sin producir ahorros para el SNS, pueden provocar un claro perjuicio para la industria farmacéutica innovadora que opera en España y la economía del país", explica la patronal en un comunicado.

Las compañías farmacéuticas que comercializan medicamentos originales con denominación comercial generan en España más de 40.000 empleos directos, con una facturación superior a los 15.000 millones de euros. El 25% de las exportaciones de alta tecnología está protagonizada por empresas farmacéuticas.