La desaceleración, aunque generalizada en España, no es homogénea en su magnitud. La caída de la demanda interna, del turismo, pero también de la actividad industrial, intervienen particularmente en esa desaceleración y afectan de manera desigual a las diferentes comunidades españolas.

Los datos del segundo y tercer trimestre muestran que la desaceleración es más acusada en Canarias, el País Vasco, La Rioja y en las comunidades autónomas del noreste, incluida Catalunya. Así se refleja en el Observatorio Regional del cuarto trimestre del servicio de estudios del BBVA.

La revisión de la previsión de cimiento para el 2019 alcanza las seis décimas en Canarias, en Castilla y León, en Galicia y en Navarra, y los 0,5 puntos porcentuales en País Vasco, Cantabria y La Rioja. En Cataluña, Madrid y Castilla-La Mancha la caída llega hasta los cuatro puntos.

En el caso del primer grupo, el deterioro de las perspectivas viene a explicarse mayoritariamente por una ralentización del gasto de los hogares, de la afiliación a la Seguridad Social y, sobre todo, por la falta de recuperación del turismo extranjero. En las otras, se justifica por la debilidad del sector industrial. M. J. B.