Pocos días después de su acuerdo con Unidas Podemos y en medio de las negociaciones para a formación de Gobierno, Pedro Sánchez, acudió al Congreso de la Empresa Familiar Europea que se celebró en Madrid para lanzar un mensaje de tranquilidad a los empresarios: "La estabilidad presupuestaria y el compromiso con la disciplina fiscal formará parte de los ejes vectores del nuevo Ejecutivo", acertó a decir Sánchez para tranquilidad de los presentes.

Y el mensaje surtió su efecto. Los empresarios le recibieron y le despidieron con aplausos tibios, aunque no disgustó del todo la música que sonó. El presidente del Instituto de la Empresa Familiar de España, Francisco J. Riberas, reconocía que el discurso había sonado bien y que había que dejarles hacer al nuevo ejecutivo y, ya cuando haya un nuevo Gobierno, si no le convencen sus políticas se encargarán de decirlo. "Lo importante ahora haya un Gobierno estable y no ponernos una venda antes", aseguraba el también presidente de Gestamp.

Ante los empresarios, Sánchez confió en que se acabaría "pronto" el bloqueo político para dar paso a una nueva etapa que acabe con la "crispación y en desencuentro político". "Por primera vez en mucho tiempo todos los actores políticos están muy de acuerdo en que ese es el camino que nos une", señaló el presidente en funciones que manifestó su apuesta por la "estabilidad, seguridad y dinamismo de la economía española".

Sánchez prometió estabilidad presupuestaria y disciplina fiscal, con una fuerte apuesta por lo social pero dentro "de los márgenes financieros". "Un Gobierno responsable puede tener una prioridad social marcada pero va a trabajar también dentro de los márgenes financieros que permite la estabilidad económica", insistió el jefe del Ejecutivo: "A mayor compromiso social, gestión económica más prospera y rigurosa para hacerlo posible".

Así, Sánchez abogó en su discurso por una subida de los salarios "sin minar los niveles de competitividad de la economía" y medidas para luchar contra el paro y la desigualdad que calificó como "uno de los principales desafíos" del futuro Gobierno. También una firme apuesta por la formación y para ello miró hacia Alemania y su formación profesional dual que también gusta a los empresarios. "Tenemos un problema de fracaso en nuestro país y la falta de desarrollo fuerte y contundente de la formación profesional", dijo.

El presidente en funciones también prometió hacer posible "una economía de igualdad" con mayor presencia de mujeres en la toma de decisiones y evitando las desigualdades en el mercado de trabajo. La igualdad, la transformación digital de la economía y la transición ecológica que obliga, dijo, a "replantear el modelo energético" son los tres desafíos a los que se enfrenta España y para los que está preparada "para competir en cabeza", a juicio de Sánchez.

El presidente quiso mostrar a los empresarios algunos de los renglones de su programa de Gobierno para al final pedirles su apoyo. "El Gobierno cuenta con ustedes y desde el Gobierno queremos que también cuenten con nosotros", concluyó. El aplauso fue discreto pero el mensaje no disgustó.