Las tensas relaciones entre Francia y Estados Unidos amenazan con agriarse todavía más después de que el Gobierno de Donald Trump anunciara la noche del lunes que impondrá aranceles por valor de 2.400 millones de dólares de hasta el 100% del valor de ciertos productos franceses en respuesta a la imposición el pasado julio de una tasa por parte del Ejecutivo de Emmanuel Macron sobre los ingresos de los servicios digitales de grandes tecnológicas de EEUU, como Google y Facebook. Esta será una de las diferencias que marcarán la reunión que Trump y Macron mantendrán en Londres en el marco de la cumbre de la OTAN.

La respuesta francesa no se ha hecho esperar. El ministro francés de Economía calificó de «inaceptable» la «amenaza» de EEUU y consideró que «no es lo que se espera de un aliado». Y la secretaria de Estado de Economía, Agnès Pannier-Runacher, advirtió de que «Francia no dará marcha atrás» en la aplicación de la tasa a las tecnológicas. «Está muy claro que no vamos a dar marcha atrás por un tema que tiene sentido económico y es de justicia fiscal», afirmó en declaraciones a medios franceses.