La inversión china en España se desplomó el 95% en el 2019. El flujo de capitales procedente del gigante asiático ha sufrido fuertes recortes como consecuencia de las restricciones de capitales por parte del Gobierno de Pekín y la mayor regulación en Europa y EEUU para el control de inversiones, según los analistas de la consultora Baker MacKenzie. El efecto de segunda ronda de esta situación puede ser que el flujo del dinero beneficie la investigación y desarrollo en China y cimente el crecimiento de la economía del gigante y del resto de países asiáticos en los próximos años. Especialmente, Indonesia e India.

Las inversiones chinas en España alcanzaron la modesta cifra de 80 millones de dólares en el 2019, según cálculos de Baker MacKenzie. En el 2018 esa cifra fue de 1.170 millones. La evolución de las inversiones chinas en España en los últimos años muestra una evolución en forma de dientes de sierra. Así, en el 2016, la cifra de inversiones ascendió a unos 1.800 millones, para caer al año siguiente a escasos 450 millones de euros.

Para este 2020 las perspectivas de crecimiento de la inversión china en España son más halagüeñas, según el estudio. Contribuirá la anunciada operación de venta de una participación de Aldesa por parte de la compañía China Railway. Aldesa es una firma española del sector infraestructuras valorada en 250 millones de euros.

Si las tensiones comerciales internacionales disminuyen los expertos prevén que el dinero chino vuelva a mirar al exterior. El Banco Central de China ha señalado recientemente su determinación para aumentar la liquidez y reducir los costes de endeudamiento para las empresas en el 2020, recortando la cantidad de efectivo que deben mantener en reserva, lo que animará a los inversores chinos a buscar inversiones fuera de sus fronteras. A nivel mundial, las fusiones y adquisiciones chinas anunciadas en el 2019 totalizaron 57.000 millones de dólares, un 29% menos que los 80.000 millones de 2018, mostrando el nivel más bajo en seis años. Según el informe de Baker McKenzie, esta importante desaceleración en las fusiones y adquisiciones en el exterior de China forma parte de un contexto global de descenso de operaciones de fusiones y adquisiciones. Con la excepción de América Latina, todas las regiones del mundo experimentaron una relevante disminución de la actividad inversora china en el 2019 en comparación con el 2018. La inversión china en Europa descendió en un 40% y en Norteamérica un 27% en el 2019 alcanzando un total de 18.900 millones de dólares, la cifra más baja desde el 2010 y un 83% menos que los máximos marcados en el 2017 donde las compañías chinas invirtieron 107.000 millones de dólares.

La inversión china en Europa también se redujo aún más que en el 2018, completando operaciones por valor de 13.400 millones de dólares en 2019. Los principales países receptores de inversión china en Europa en 2019 fueron Finlandia, Reino Unido, Suecia, Alemania e Italia.