Pagar y cobrar con tarjeta de débito es de media 2,8 veces más caro para los consumidores y los comercios de todo el mundo que hacerlo en metálico. Así lo afirma un informe elaborado por el catedrático Santiago Carbó y el profesor Francisco Rodríguez presentado en la última reunión anual de la International Security Ligue, asociación global de empresas de seguridad.

El estudio concluye que el efectivo es el medio de pago más eficiente para cantidades pequeñas y solo a partir de 184 euros la distancia entre ambos instrumentos comienza a acortarse. Los dos académicos españoles han calculado que pagar en metálico tiene un coste global del 0,935%, frente al 2,585% de las tarjetas de débito. En España, la diferencia entre los dos instrumentos es menor que la media mundial: 0,66% en el efectivo frente al 1,733% en las tarjetas de débito.

Según una encuesta llevada a cabo por CanalSondeo para Aproser, uno de cada cuatro españoles aún paga exclusivamente en efectivo todos sus gastos semanales, mientras que solo el 7% paga únicamente con tarjeta. Sin embargo, también se va produciendo lentamente un cambio de tendencia. El Banco de España recoge que el número de compras en terminales de punto de venta (TPV) crece a ritmos superiores al 12% desde el 2016 y aumentó el 16,81% en el tercer trimestre del año pasado, último periodo con datos públicos.

En vista del ritmo de incremento, es muy probable que el 2019 se cerrase con más de 4.000 millones de estas operaciones por primera vez en la historia. Su importe global aumenta a menor ritmo (9,65% entre julio y septiembre), lo que parece indicar que cada vez hay más compras de pequeña cantidad que se hacen con tarjeta o el móvil. Frente a ello, el número de retiradas de efectivo en los cajeros cayó en el 2019.